Wawrinka se ha sometido en los últimos años a varias operaciones en la rodilla y la pierna izquierdas. Mientras muchos tenistas de su edad aparcan su carrera profesional, el suizo decidió empezar casi de cero y volver a la palestra.

La pasada primavera regresó a las canchas tras un año de parón y la mayoría de sus partidos acabaron en fracaso. Cayó en primera ronda en 11 de los 15 torneos y las cosas pintaban mal para su vuelta al mundo del tenis.

Antes del inicio de la temporada 2023, se encontraba fuera del top 100 de la clasificación ATP y estaba a punto de cumplir 38 años. Pero perseveró y siguió dando alegrías a los aficionados al tenis.

Sobre todo, empezó a volver a ser peligroso para los 50 mejores jugadores, con los que tiene un récord de 16-11 este año. Ganó a Richard Gasquet, Andy Murray, Alexander Bublik, Miomir Kecmanovic, Brandon Nakashima y Cameron Norrie, y también venció a dos jugadores del top 10, Holger Rune y Frances Tiafoe.

Este verano, en Umag, puso fin a una sequía de cuatro años sin disputar una final en tierra batida, alcanzó dos veces la tercera ronda del Grand Slam y ganó dos partidos en el Abierto de Estados Unidos, convirtiéndose en el jugador de más edad en lograrlo desde 1992. A cinco meses de cumplir 39 años, sigue entre los 50 primeros y es el más veterano de los 400 primeros.

Echa de menos a Federer

Pero al final de las duras temporadas, si a los jugadores mucho más jóvenes se les acaba el fuelle, el veterano Wawrinka no iba a ser una excepción. Perdió cuatro de sus cinco partidos después del US Open y admitió en una entrevista con SRF Sport que últimamente ni siquiera ha tenido energía para entrenar.

"En las últimas semanas me he sentido muy cansado, casi roto. Después del torneo de Astana, me pasó dos o tres veces que quería entrenar, pero no podía porque estaba muy cansado", dijo el tres veces campeón de Grand Slam, que la semana pasada en Estocolmo no fue rival para Tomas Machac y esta semana ni siquiera pudo abrir el apetito en su torneo de casa en Basilea, donde fue eliminado en primera ronda por Alexander Shevchenko.

"Siento que tengo que devolver todo el esfuerzo que hice para volver de la lesión. Quería volver a un cierto nivel y tuve que trabajar duro", dijo Wawrinka, que ganó el oro olímpico en dobles con Roger Federer en 2008.

"Fue una gran oportunidad para mí entrenarme con un campeón como él y convertirme en su amigo. Ahora le echo de menos en el circuito... El oro olímpico con Roger es uno de los momentos más memorables de mi carrera", recuerda el jugador nacido en Lausana.

Wawrinka debía terminar su temporada dentro de quince días en el torneo ATP 250 indoor de Mettet, donde se enfrentó a Daniil Medvedev hace un año, pero tuvo que retirarse de la final por problemas de salud.