Un Mahomes sin tobillo y un Reid demencial llevan a Kansas a su tercer anillo (35-38)

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Un Mahomes sin tobillo y un Reid demencial llevan a Kansas a su tercer anillo (35-38)

Actualizado
Mahomes celebra la victoria de los Chiefs.
Mahomes celebra la victoria de los Chiefs.Getty Images via AFP
Los Kansas City Chiefs son campeones de la NFL en 2022. Vencieron 35-38 en la Super Bowl LVII a los Philadelphia Eagles en una de las mejores finales que se recuerdan en la historia reciente. Un Jalen Hurts sublime -cuatro touchdowns- no fue suficiente para superar el irreductible talento de Patrick Mahomes y Andy Reid.

Kansas City Chiefs decidió arrancar el encuentro entregando a Philadelphia Eagles la primera posesión. La apuesta les salió mal a los chicos de Andy Reid, que comenzaron 7-0 abajo tras un touchdown de carrera de Jalen Hurts tras conducir un ‘drive' vertiginoso. Parecía que los del estado de Pensilvania querían imponer su ley desde el comienzo y subieron la Super Bowl en un tren bala.

Patrick Mahomes, que no se niega a nada, se subió en marcha al ferrocarril sin pensárselo dos veces y condujo una jugada rapidísima que concluyó con un pase espectacular que recibió Travis Kelce cómodamente en la zona de anotación. El ritmo del choque era altísimo y nadie fallaba. 

Fueron los Chiefs los primeros que lograron frenar a su rival. Aunque los mariscales estaban dando una imagen sensacional, las defensas se empleaban con dureza y los Eagles lo sufrieron en sus carnes. Con la posibilidad de sacar una ventaja de tres puntos, Harrison Butker estrelló en el poste un gol de campo relativamente sencillo.

Con la sensación de haberse salvado se marcharon los de Nick Sirianni al intermedio entre el primer y el segundo cuarto. Ahí decidieron que la velocidad no podía disminuir. Jalen Hurts puso las cosas claras impulsando la contienda una vez más con un pase de touchdown de 46 yardas para AJ Brown. El pesimismo sobrevolaba la banda de los visitantes, que dieron muestras de estar a punto de apearse antes de tiempo.

Sin embargo, el propio mariscal de los Eagles era el que tiraba del freno de emergencia. En un segundo cuarto en el que Patrick Mahomes quedó prácticamente sin participación, su paisano dejó caer un balón que recuperó Nick Bolton para volver a colocar las tablas en el marcador. Afortunadamente para Philadelphia, su capitán estaba de dulce y en el siguiente drive pisó el acelerador para sumar su segunda anotación en carrera de la velada e irse al descanso con cierta tranquilidad.

En una acción muy fea al filo del intermedio, Patrick Mahomes recibió un placaje en su tobillo lesionado y se marchó del campo con una marcada cojera. Las cosas se les complicaban a los campeones de 2020 en el peor momento y no les alcanzaba para seguir el ritmo impuesto por el piloto del tren bala.

Nuevamente, igual que contra Jaguars y Bengals, al ’15’ de los Chiefs le tocaba jugar prácticamente a la pata coja el encuentro. No le importó. Salió del vestuario con una carrera de casi 20 yardas para hacer primer down y dirigió un ‘drive’ velocísimo que finalizó con un touchdown de una yarda de carrera de Isiah Pacheco para poner el 24-21.

La cosa marchaba cuesta abajo y sin frenos, pero nadie tenía intención de detenerla. El tanteador, como se esperaba, prometía ser muy elevado y el espectáculo sobre la parrilla era casi tan bueno como el que dio Rihanna sobre el escenario en el descanso.

El descanso lo cambió todo

Las sensaciones mejoraron para Kansas City en esta apertura de tercer cuarto. Consiguieron en una conducción los mismos primeros downs que en los anteriores 30’ minutos (seis). Sin embargo, Philadelphia pretendía dejar el tren bala y pasarse al metro. Más lento, pero también más seguro. Lo hicieron ejecutando un ‘drive’ larguísimo que se comió mucho tiempo.

Los cambios de ritmo terminaron pasándole factura a los de Pensilvania. El ‘playbook’ de Andy Reid les puso en jaque y se vieron por detrás en el marcador (27-28), una situación que no habían conocido en ningún momento de los Playoffs, por culpa de un touchdown de Kadarius Toney.

Mahomes se puso en modo MVP para repartir juego a diestro y siniestro. Obligó a sus rivales a jugar con prisas y el vértigo dejó de gustarles. Toney volvió a ser protagonista con un retorno de 65 yardas que colocó a los Chiefs muy cerca de la zona de anotación. No hubo sorpresas, la jugada terminó con seis puntos de Skyy Moore y un punto extra de Harrison Butker.

Jalen Hurts asumió el reto y el solito empató el partido a 35 con su tercer touchdown de carrera de la noche y una conversión de dos puntos. La decisión de la Super Bowl LVII quedaba en manos de los campeones de la AFC. Cinco minutos para el final y un gol de campo les daba el triunfo. Era la hora de gestionar el reloj. Lo hicieron a la perfección y terminaron colocando el definitivo 35-38 con una patada del redimido Butker.

La protección a Mahomes

Ante una defensa que había conseguido 70 ‘sacks’ esta temporada, la línea ofensiva de los Chiefs cuajó una actuación descomunal en la protección a Mahomes. El quarterback texano gozó del tiempo necesario para conducir una remontada que se antojó muy complicada en algunos momentos de la velada.

Por suerte para los mejores de la Conferencia Americana, ese trabajo dio sus frutos y terminaron remontando para levantar el tercer trofeo Vince Lombardi de su historia. 

 

Jugador Flashscore de la Super Bowl LVII: Jalen Hurts.

 

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