Novak Djokovic (36) sigue en el camino hacia un nuevo Grand Slam. Llegaba como el gran favorito en su semifinal, más si cabe porque el formato de los partidos correspondientes a los torneos importantes dan lugar a menos margen para la sorpresa, pero en cualquier caso tenía enfrente a un jugador de presente y de futuro que aspira a cosechar más de un éxito durante su prometedora carrera.

Jannik Sinner (21) arrancó con ganas de generar problemas y hasta tuvo tres bolas de break en el juego inaugural, pero no aprovechar esas oportunidades y eso nunca es una buena noticia frente a un rival de tanta enjundia. Lo que llegó inmediatamente fue una situación radicalmente opuesta, lo que a la postre se convirtió en un doloroso 0-3. Pese a que tuvo una nueva ocasión para hacer inútil el servicio del número dos del mundo, fue incapaz de concretar y acabó claudicando por 3-6. 

Hasta ocho aces y ninguna doble falta durante la primera manga, claramente marcada por el 100% (1/1) de efectividad que tuvo Djokovic y, por el contrario, el 0% de Sinner (0/3) en lo que a situaciones para romper el saque se refiere. Muy diferente fue ya en la segunda ventana, especialmente porque el serbio necesitó tres acciones para repetir jugada y pasar del 1-0 al 1-2. Así, todo se ponía más cuesta arriba para uno y mucho más encarrilado para otro, concretamente el gran aspirante al título. 

Un quiero y no puedo

El joven tenista estuvo muy cerca de igualar a dos, pero de nuevo se quedó con la miel en los labios y vio cómo la distancia se seguía ampliando (1-3). Necesitaba un giro de timón casi urgente para evitar que llegara otro paso adelante de 'Nole', quien tuvo una acolorada conversación -una vez más- con el juez de silla. Discusiones aparte, volvió a dominar sobre la hierba de Wimbledon para vencer por 4-6 y dejar muy cerca un triunfo que puede ser muy importante, sobre todo si conquista la final.

Hasta tres veces, con 1-1 en el electrónico, se vio el serbio bastante cerca de provocar de nuevo que Jannik perdiera el servicio, algo que bien pudo darse en la otra dirección (hasta dos bolas de set cuando reinaba el 5-4, lo que le hubiese dado algo de emoción al envite). Todo se decidió en un tie break sin dominador. Ni siquiera pudo hacerlo el jugador con más Grand Slams de la historia (23 y a un único encuentro de sumar el 24º) pese a su agresividad sobre la pista, pero igualmente venció (4-7).

Todas las estadísticas del encuentro están disponibles en Flashscore.