Adrian Mannarino y Daniil Med vedev se enfrentaron aquí por última vez el año pasado, pero fue en semifinales. El ruso se impuso en todos los puntos importantes por 7-5 y 7-5. Esta vez, se trataba de un partido de octavos de final, pero también del primer encuentro sobre hierba para el ex número 1 del mundo -que recibió un bye en la primera ronda- esta temporada.

También era su primer partido sobre hierba esta temporada, y el primero desde su derrota en Roland Garros, cuando cayó en primera ronda ante el ahora más desconocido Thiago Seyboth Wild. Esta podría ser la oportunidad del tricolor de meter el dedo donde le duele. Por eso salió a la ofensiva en los primeros juegos ante su rival. Pero fue el primero en ceder en el quinto juego. Una vez más, Medvedev sólo necesitó una oportunidad más.

¿Suficiente para asustar a Mannarino? No. El francés recuperó su break en el siguiente juego... Sólo para perderlo de nuevo inmediatamente. Esta vez, el ruso no dejó escapar su oportunidad y mantuvo los nervios para llevarse el primer set por 6-4. Nada que desanimara al francés, que volvió a romper desde el inicio del segundo set, pero lo más difícil era confirmarlo.

No lo consiguió y Medvédev remontó hasta el 2-2. El mano a mano se reanudó, pero justo cuando el ruso se disponía a mantenerse en el set, Mannarino subió la apuesta con su devolución, y acabó ganando el set al saque de su rival tras un punto muy espectacular que despertó al público holandés. ¿Está en marcha la hazaña?

Una cosa era cierta: ambos jugadores intentaron mantener el partido lo más ajustado posible al comienzo del tercer set. Pero un incidente en un punto, unido a un fallo del Sistema Ojo de Halcón, hizo que Medvédev perdiera por completo su compromiso. Esta vez, el francés tenía las cartas en la mano. Si mantenía su saque, la victoria sería suya.

Ni siquiera llegó tan lejos, ya que ganó con el saque de su rival desde el primer punto de partido. Adrian Mannarino se impuso por 4-6, 6-4 y 6-2 y avanzó a cuartos de final, donde se enfrentará a Jordan Thompson o al retornado Milos Raonic. Era la novena victoria de su carrera sobre un jugador del Top 10, pero era la primera vez que dominaba a un rival del Top 3 mundial. Una prueba más de la imprevisibilidad del tricolor.