Iga Swiatek, con cuatro torneos de Grand Slam en su palmarés, se llevó el primer China Open desde 2019, después de que Pekín levantase las restricciones de viaje enmarcadas en las políticas para evitar la propagación de la COVID-19.

Poco más de una hora necesitó para superar a una rival que no consiguió sentirse tan cómoda como el día anterior, cuando venció a la contrastada Elena Rybakina, que también está en el top cinco.

35 minutos duró cada set, ambos determinados por la solvencia que ofreció Swiatek en todo momento. Lo cierto es que Samsonova no tuvo ninguna bola de break y la de Varsovia, por el contrario, aprovechó las cuatro que tuvo a su favor.

La rusa mostró su mejor y peor cara en el saque: firmó tres aces y cometió seis dobles faltas. Su caso tiene poco o nada que ver con el de su oponente, que se quedó a cero en ambos apartados.

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