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Fiebre en China por Zheng Qinwen, ídolo local y campeona olímpica en París

Zheng Qinwen quiere reinar en casa.
Zheng Qinwen quiere reinar en casa.ADEK BERRY/AFP
La joven tenista se ha convertido en una de las deportistas favoritas en el gigante asiático, un premio merecido al esfuerzo considerable de sus padres por convertirla en una estrella de la raqueta.

La jugadora de 21 años, que dio a su país la primera medalla de oro olímpica de la historia en el torneo individual, no falló en su regreso a las pistas, derrotando el sábado a la rusa Kamilla Rakhimova (número 71 del ranking ATP) en dos sets (doble 6-1) ante un publico entregado a su nueva heroína.

Fascinada por el ambiente "de locura" alrededor de la pista, Zheng Qinwen, que habitualmente se entrena en Barcelona, admitió no haber visto nunca antes tanta gente reunida. "Estoy un poco en shock", admitió tras su partido ante la actual séptima del mundo, aunque ambiciona llegar mucho más alto.

Esta jugadora nativa de Shiyan, en la provincia oriental de Hubei, a casi 1.200 km de la capital, ya acumula cinco millones de dólares en premios en el circuito, sin contar con sus ingresos publicitarios gracias a numerosos contratos de patrocinio con grandes marcas internacionales.

Grandes patrocinios y portada de revistas

Unos ingresos que compensan con creces el esfuerzo de sus padres, que tuvieron que vender la casa familiar para financiar el sueño de su hija.

Otro signo de su popularidad creciente es que Zheng ya ha sido portada de prestigiosas revistas como GQ y Harper's Bazaar.

Apodada 'Queen Wen' en China, tiene tres títulos en el circuito WTA y esta temporada alcanzó la primera final de Grand Slam de su carrera, que acabó con derrota (6-3 y 6-2) contra la bielorrusa Aryna Sabalenka en Australia a comienzos de año.

La china podría verse de nuevo con Sabalenka en las semifinales del WTA 1000 de Pekín esta misma semana. Antes deberá derrotar a la argentina Nadia Podoroska, su próxima rival.

Zheng dice que ahora es mejor jugadora que a comienzos de año en Melbourne y con el apoyo del público intentará tomarse una pequeña revancha frente a la bielorrusa.

Su título olímpico fue celebrado en todos los rincones de China y muchos son los que ven en ella la nueva estandarte del emergente tenis chino, que ya cuenta con seis jugadoras en el top 100, aunque sólo ella está entre las 40 primeras.

"Le admiramos por lo que hace por el país", comentó Michelle Zhang, una fan preguntada en Pekín, cuyos dos hijos practican este deporte.

"Ha demostrado al mundo que los chinos pueden jugar al tenis", añade su amiga Adele Xue.

Heredera de Li Na

Qinwen quiere emular a su ídolo de infancia Li Na, la pionera del tenis chino que ganó dos Grand Slams. Su triunfo en roland Garros allá por 2011 le convirtió en la primera tenista asiática en ganar un 'grande' en simples.

Li es originaria de Wuhan, donde se trasladó Zheng cuando era niña para formarse como tenista.

Coincidencias del calendario, tras Pekín, Wuhan será la próxima etapa del circuito femenino, con otro WTA 1000 (del 7 al 13 de octubre).

Conocida por su trato amable y cariñoso fuera de las pistas, se convierte en una competidora implacable con una raqueta en la mano.

Su padre practicó el atletismo y Zheng destacó pronto por su talento en varios deportes.

Según Zheng Jianping, el interés de su hija por el tenis comenzó tras una visita a los Juegos Olímpicos de Pekín a los seis años.

La joven comenzó a destacar pronto con una raqueta en la mano y dos años más tarde su padre se la llevó a Shiyan, capital provincial de Hubei, para formarse más profesionalmente.

"Una de sus mejores cualidades es que no se rinde nunca", destaca Yu Liqiao, uno de sus antiguos entrenadores.

Tras ganar el oro en Pekín, la joven tenista de 21 años reveló que sus padres vendieron la casa familiar para financiar su formación cuando era adolescente.

Desde entonces, su madre Deng Fang ha dejado su trabajo de vendedora de billetes de tren para ocuparse de que su hija coma, duerma bien y esté lista para entrenarse en buenas condiciones.

Zheng presenció por televisión, junto a millones de compatriotas, a Li Na levantar el trofeo del Abierto de Australia en 2014.

11 años más tarde, Zheng Qinwen quiere llegar a la cumbre, como lo hizo su idilio. "Quiero participar en los torneos del Grand Slam y competir por los títulos", reitera con ambición.