El serbio regresa a las pistas después de no haber obtenido una exención para entrar en Estados Unidos para el torneo de Indian Wells y el Abierto de Miami del mes pasado debido a su postura de vacunación contra el virus Covid.

"Espero empezar bien porque en los tres últimos torneos de Montecarlo no he tenido mucho éxito", dijo el domingo el número uno del mundo.

"Y también estoy motivado porque no he jugado en el último mes", añadió Djokovic, que entrará en liza en el Masters de Montecarlo en segunda ronda contra el estadounidense Mackenzie McDonald o el ruso Ivan Gakhov.

Djokovic, ganador en 2013 y 2015, confía en llegar lejos en un torneo en el que no estarán Rafael Nadal, 11 veces ganador, y Carlos Alcaraz, ambos lesionados.

Djokovic, ganador este año del Abierto de Australia, conoce bien cada centímetro de tierra batida de Montecarlo, su club local. "Conozco muy bien el club. Soy uno de los jugadores que vive en Mónaco y utilizo este club como base de entrenamiento. Es una gran sensación dormir en tu propia cama con tu propia almohada y poder tener una especie de sensación de hogar al jugar en el torneo".

A sus 35 años, Djokovic dice que últimamente es más selectivo con sus compromisos como jugador. "Las cosas no son como hace 10 años en cuanto a la cantidad de energía vital que tengo para jugar tantos torneos como los otros chicos más jóvenes. Así que, por supuesto, elijo dónde quiero alcanzar mi punto álgido, cómo quiero mejorar mi forma física y cómo quiero adaptarme a mi calendario".

"Hay ciertos eventos, en este caso, por supuesto, los Grand Slams, son los torneos en los que alcanzo mi punto álgido. Así que para la temporada de tierra batida no es ningún secreto dónde quiero ser capaz de jugar mi mejor tenis: es Roland Garros".