La puesta en escena de Paula Badosa fue ilusionante. Se mantuvo muy firme en el saque y la bola le corría a las mil maravillas cada vez que la golpeaba. Hizo del primer set un infierno para Cocciaretto y apenas precisó de 38 minutos para cerrarlo a su favor.
En una Manolo Santana volcada con ella, la española alejó todos los males que le han rondado en los últimos tiempos con un fantástico 6-3 en la apertura del encuentro. Su mera presencia abrumó a la italiana y parecía que el choque iba a ser un mero trámite, pero todavía quedaba mucho tenis por jugar.
En el segundo acto, la solidez dio paso a una inseguridad que afloraba en cada ocasión que se le presentaba a Paula para romper definitivamente la cita. Hasta en dos ocasiones rompió la número 42 del mundo el servicio de la transalpina sin sacarle provecho.
En medio de tantas dudas, Cocciaretto fue aprovechando para hacer crecer su juego e ir ganando terreno sobre la pista. Se la vio muy concentrada y descubrió un punto débil en Badosa que exprimió hasta la extenuación. No paró de lanzarle pelotas al revés, consiguiendo que la gran mayoría de las devoluciones se estrellasen contra la red.
Concluyó con 6-4 favorable a la italiana, con una duración de 51 minutos, el exigente segundo set. Le debió pasar factura físicamente la intensidad a Paula, que dio muestras de tener algún tipo de problema en el gemelo de la pierna izquierda durante toda la tercera manga.
Final muy sufrido
Con la gasolina casi al mínimo, la española decidió abrir la pista con sus golpes para hacer correr a Cocciaretto. La estrategia fue inteligente, puesto que a su rival, empujada más por el corazón que por la cabeza, le empezaban a fallar las piernas y cada vez le costaba más desplazarse por la arcilla de la Manolo Santana.
A medida que transcurrían los intercambios la batalla pasó a un plano más pasional para dejar atrás la táctica. Movidas por el orgullo, ambas tenistas entregaron sus últimas fuerzas en una contienda que ya superaba las dos horas de duración y tras la que solo podía quedar una en pie.
La jugadora italiana le estaba dando muchos problemas a Badosa desde el resto y gozó de cuatro oportunidades para romperle el servicio con 3-3. Logró salir de ese atolladero la cabeza de serie número 26 del Mutua Madrid Open y, a base de garra y con una ostensible cojera, cerró su estreno con un trabajado 4-6 en el tercer set. Le espera el reto mayor de la estadounidense Coco Gauff (19) en el siguiente escalón.