Rafa Nadal calentó motores en Las Vegas antes de regresar al Masters 1000 de Indian Wells, donde intentará coger ritmo de cara a la temporada de tierra batida, su gran objetivo a corto y medio plazo. Sabe que apenas tiene opciones de ganar en Estados Unidos, pero puede servir como impulso tanto a nivel físico como mental. "Me he sentido mucho mejor de lo esperado", comentó tras perder contra Carlos Alcaraz en una exhibición.
![Los últimos precedentes favorecen a Rafa. Los últimos precedentes favorecen a Rafa.](https://livesport-ott-images.ssl.cdn.cra.cz/r900xfq60/a6f1e9f7-015d-4be5-b07a-cfdd43779afa.jpg)
El ganador de 22 títulos de Grand Slams empezará su camino contra Milos Raonic, que sale claramente perdedor en los enfrentamientos directos con su próximo rival -ha ganado sólo dos de diez encuentros-. Sin embargo, el canadiense venció en la única vez que se vieron las caras en la competición californiana, si bien ha pasado casi una década desde aquel ajustado y emocionante duelo (4-6, 7-6/10-8 y 7-5).
Si algo une a ambos es que se han visto afectados por problemas físicos recientemente: Nadal estuvo cerca de un año en el dique seco y es un caso diferente, pero Raonic abandonó ante De Miñaur en el Abierto de Australia y tampoco pudo continuar contra Sinner en Róterdam (había forzado el tiebreak y parecía dispuesto a seguir presentando batalla). En la ronda anterior, había superado a Bublik en dos sets y con gran solvencia.
En el caso de que Rafa siga adelante, el siguiente escollo sería Rune, un test de primerísimo nivel porque el danés es séptimo del mundo y uno de los jugadores con más futuro del circuito. Por parte de Alcaraz, sus ojos están puestos sobre el pulso que librarán Van Assche y Arnaldi. El otro español que es cabeza de serie, Davidovich, se verá las caras en la segunda ronda frente a Fils o Borges, su verdugo en Melbourne.