El mejor Nadal se exhibe en Brisbane: paliza a Kubler y billete a cuartos
El 2024 ha traído consigo una noticia muy esperada por los amantes del tenis: la vuelta de Rafa Nadal. Y no de cualquier forma, sino con solvencia y hasta maestría. Su buen hacer contra el austriaco Dominic Thiem se ha extendido al partido frente a Jason Kubler, que apenas ofreció oposición durante la hora y 20 minutos que aguantó sobre la pista. Jordan Thompson, que avanzó debido a la retirada de Ugo Humbert, será el siguiente rival del 14 veces campeón de Roland Garros.
Si Thiem se presentaba como un oponente de enjundia por su gran trayectoria, el tenista de 30 años parecía más asequible. Está muy lejos de los grandes nombres del circuito y su carrera es difícilmente comparable a la del mallorquín, pero incluso contaba con un perfil idílico para Nadal en estos momentos porque no destaca ni por su saque (de hecho, sólo firmó un ace durante el duelo de octavos) ni por su agresividad.
Brisbane es un torneo de categoría 250 y, por tanto, no cuenta con la presencia de los mejores jugadores del circuito (Novak Djokovic, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz son algunas de las ausencias). Por disputarse días antes del Open de Australia y en ese mismo país, se convierte en una fantástica oportunidad para coger ritmo tras las vacaciones. Y esa es la principal motivación de Nadal, aunque ya está a un paso de las semifinales y un competidor nato como él nunca renuncia a un título.
Coser y cantar
La primera bola de break dio como resultado que se abriera cierta brecha en el marcador, un paso adelante que Rafa consolidó cuando estableció el 0-3. Tuvo que esforzarse mucho más en el siguiente juego, muy largo y disputado, para romperle de nuevo el servicio a su rival, lo que dejaba el punto bastante cerca. A la a tercera oportunidad, precisamente las que tuvo Kubler para poner el 2-5 después, amplió distancias con un golpe de efecto que resultó decisivo a posteriori (1-6).
El segundo set empezó como muchos podían anticipar, con el tenista local superado desde el mismísimo inicio. Trató de mantenerse con opciones, pero apenas fue un (breve) espejismo. El ahora 672º del mundo, un dato que incluso duele sólo con enunciarlo, tampoco sudó demasiado a lo largo de la manga definitiva para finalmente vencer por 2-6 tras un amplio menú de derechazos que deleitaron al público.
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