No le fue demasiado bien en Montecarlo porque cayó en segunda ronda contra un rival que se postulaba asequible, pero Casper Ruud (24) es uno de los grandes favoritos para hacerse con el Conde de Godó. Todavía es joven, no tanto como Ben Shelton (20), pero ya tiene la suficente experiencia y sabe lo que es estar en situaciones comprometidas ante los rivales más complicados.

Dominó con claridad en la manga inaugural y redujo las virtudes del norteamericano, la gran revelación en el Abierto de Australia. Este último dejó a cero a su oponente en el primer juego y se hizo fuerte en el saque para aterrizar en el partido como un terremoto. No le duró demasiado la alegría porque, después de salvar dos bolas de break, perdió el servicio. Algo parecido le ocurrió, aunque con más claridad, cuando perdía por 3-1, así que Ruud se adjudicó el 1-0 en poco menos de una hora (6-2).

Nada que ver tuvo la segunda manga, ya que el joven y anárquico Shelton salió mucho más convencido de sus opciones pese a la desventaja. Insistió en más dejadas de la cuenta y desperdició cuatro ocasiones muy claras para romperle el saque a Ruud, quien sí lo consiguió para poner el 3-2. La constancia del actual número 3 del ranking ATP, más incómodo que minutos atrás, fue suficiente para establecer una preciada superioridad en el marcador, probablemente injusta para lo visto sobre la arcilla.

El momento del estadounidense, con su estilo particular en todos los sentidos, también en la vestimenta (camiseta de tirantes y dos collares), parecía haber pasado, pero con todo en contra ofreció resistencia en busca del -casi- milagro. Algunos errores no forzados y la más que evidente irregularidad evitaron que el tie break (7-6/7-1) -con doble falta incluida- cayera de su lado contra el que es, junto a Carlos Alcaraz (se verían en semifinales) y Stefanos Tsitsipas, uno de los principales candidatos a ganar el Godó.

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