Luego de 4 horas y 14 minutos, el tenista de 27 años, que se impuso en el Masters 1000 de Roma hace quince días, logró certificar el pase a octavos de final por séptima temporada consecutiva.

Protegido de la lluvia bajo el techo retráctil de la pista central Philippe Chatrier, el alemán recibió un jarro de agua fría en el primer set ganado por Griekspoor, una declaración de intenciones de la batalla que iba a presentar el neerlandés.

Zverev, verdugo de Rafael Nadal en la primera ronda, ganó las dos siguientes mangas, pero Griekspoor volvió a igualar el partido forzando un quinto set en el que llegó a ir hasta 4-1 por delante.

En ese momento el alemán reaccionó, logró remontar el set y, pese a que Griekspoor forzó el 'tie-break', Zverev reencontró su sangre fría para poner punto y final a un partido en el que olió de cerca el peligro de una temprana y decepcionante eliminación.