El vigente campeón del Masters afronta el US Open de la próxima semana en Pinehurst intentando superar el hecho de haber sido llevado a la cárcel y volver a tiempo para jugar la segunda ronda del PGA en Valhalla después de que le hicieran una foto policial y pasar horas entre rejas.

El mes pasado se retiraron los cargos, pero Scheffler dice que eso simplemente da más libertad a la gente para sacar el tema en conversaciones que él preferiría evitar.

"Ahora es casi más apropiado que la gente me pregunte por la situación", afirma Scheffler.

"No es algo que me encante revivir, porque fue bastante traumático para mí que me detuvieran al entrar en el campo de golf. No es algo de lo que me guste hablar y es algo que espero dejar atrás, pero cuando se retiran los cargos, eso es sólo el principio de superarlo".

"Definitivamente, fue un poco de alivio, pero no un alivio total porque es algo que siempre me quedará grabado. Estoy seguro de que esa foto no va a desaparecer pronto".

Scheffler fue detenido antes del amanecer en la entrada del Valhalla por cuatro cargos derivados de su intento de esquivar con el coche un bloqueo policial que investigaba un accidente mortal de automóvil.

Fue llevado a la cárcel, pasó horas entre rejas y se le tomó una foto policial que apareció en camisetas casi antes de que Scheffler regresara para su segunda ronda. Firmó un 66 el viernes, pero luchó el sábado y compartió el octavo lugar general.

Todos los cargos contra Scheffler fueron retirados el 29 de mayo, los fiscales dijeron que las pruebas apoyaban su afirmación de que fue "un gran malentendido".

Al menos, eso sólo ayuda a Scheffler a intentar superar la experiencia.

"Todos llevamos con nosotros fuera del campo de golf muchas más cosas de las que aparentamos", dijo. "Competir aquí fuera, dentro de las cuerdas, es una gran alegría, pero la vida fuera de las cuerdas puede ser un reto".

"Parte del proceso de recuperación de todo el escenario es que tu cerebro trata de averiguar cómo sucedió, y probablemente nunca sabré por qué o cómo sucedió. Es uno de esos problemas. Siempre estará arraigado en mi temporada de este año, pero con el tiempo, la gente lo olvidará".

Su temporada ha sido memorable, con victorias en Bay Hill, el Players, el Masters y el Heritage, además de subcampeonatos en Houston y Colonial.

Eso sin contar que su esposa Meredith dio a luz a su primer hijo, Bennett, en mayo durante un descanso de tres semanas antes de la PGA. "Todavía estoy intentando aprender a hacerle eructar y a cambiarle el pañal y cosas así, así que en lo que respecta a la paternidad, estoy intentando ser el mejor apoyo que puedo", dijo Scheffler. El primer Día del Padre de Scheffler como padre será el domingo de la ronda final del US Open.

Scheffler dijo que nunca se planteó demandar a la policía metropolitana de Louisville por el incidente.

"En ningún momento quise demandarles", dijo.

"No quería tener que emprender acciones legales porque entonces la gente de Louisville va a tener que pagar por los errores de su departamento de policía, y eso no me parece bien".

Estoy aquí para jugar

Scheffler, que cumple 28 años el viernes después del US Open, dijo que el incidente no ha afectado a su juego.

"Siempre estoy preparado para salir a jugar. Estaba preparado para ir a jugar a Louisville, incluso después de que me detuvieran", dijo. "Si me presento en un torneo, no es una especie de trato ceremonial. Estoy aquí para jugar".

Scheffler ha agradecido el apoyo de amigos, aficionados y rivales tras el incidente.

"El apoyo que recibí de todos los que me conocen fue extremadamente a mi favor", dijo. "Los amigos bromearán al respecto, pero eso es porque son mis amigos. Son los mismos que me abrazan y me preguntan si estoy bien. Estoy más que feliz de recibir una broma de la gente que me quiere".