La historia la escriben los ganadores y hasta ahora, cuando madridistas y valencianistas se han visto sobre un parquet con la Copa en juego, son los primeros los que han llenado siempre sus páginas de gloria. Inclusive una final en 2017. Cuatro duelos, cuatro victorias blancas.
Para continuar con esta inmaculada trayectoria frente a los taronja, Chus Mateo cuenta con el equipo más valorado de la ACB, con 107,5 créditos por partido. Es, además, el segundo máximo anotador con 88 puntos de media, a los que añaden un 54,4 % en tiros de dos y un 37,1 % en triples. Si le añadimos que el Valencia es la cuarta peor defensa de la temporada, encajando 84,6 de media, todo se vuelve en contra de estos.
Como brazo ejecutor, el Madrid tiene muchos. Tavares en la pintura, el que más. Pero son tantas las armas que cualquiera puede liarse la manta a la cabeza y entrar en ebullición. Uno de ellos podría ser Dzanan Musa. El bosnio es un referente ofensivo en el exterior siendo el tercer máximo anotador de la liga ACB (15,5 puntos) con un 48,3 % en tiros.
Jasiel, el ejecutor taronja
Pero si Tavares y Musa pueden ser los que amenacen el aro contrario, Álex Mumbrú también tiene armas para contrarrestarlos. Las lesiones han mermado su rotación, cierto. Pero cuentan con Jasiel Rivero, que ha sido MVP de octubre y diciembre, y continúa siendo el más valorado de toda la liga (19,8 créditos por encuentro). Incluso ha mejorado en su gran lunar, los tiros libres, donde aún no llega al 60%. Mejor, curioso, está en los triples, donde promedia un 71,4%.
De todos modos, está claro que el Valencia ha de basarse en la defensa porque a intercambio de canastas seguramente tiene todas las de perder. Por eso será básico el trabajo en la sombra de jugadores como Jonah Radebaugh y Xabi López-Arostegui.