Quartararo amarga el triunfo de Bagnaia y buscará el milagro en Valencia
La pelea por el título se mantendrá durante unos cuantos días más tras lo ocurrido en el Gran Premio de Sepang. Bagnaia va a tener que seguir sudando para erigirse como campeón y darle la mayor de las alegrías posibles a los aficionados italianos, que no celebran algo así desde el último título de Rossi allá por 2009 -precisamente en Malasia-. 12 años de sequía que pueden verse interrumpidos en Valencia, donde va a partir como gran favorito.
El aspecto mental jugaba un papel fundamental en esta carrera, sobre todo por la gestión que podía hacer el propio Pecco, con cinco ceros durante la temporada. La ansiedad de querer ganar ya, antes de la cita final, podía jugarle una mala pasada. Tampoco ayudaba la situación meteorologíca porque la posibilidad de lluvia le daba ese punto de incertidumbre que siempre beneficia a aquellos pilotos con mucho que ganar y muy poco que perder, como Aleix Espargaró -disputó su Gran Premio número 300-.
Jorge Martín, por su atrevimiento y descaro, además de por la histórica pole que logró este sábado, partía como uno de los principales favoritos, pero cayó al asfalto cuando quedaban 14 vueltas. El de Pramac Racing consiguió un sobresaliente e inédito 1:57.790 el día anterior pese a que ya tenía asegurado el primer puesto. Eso sí, reconoció después que no era consciente de esta información y es por ello que apretó tanto -ya había batido antes el récord del circuito-. "No sé cómo lo he hecho. Pensaba que no me valdría la vuelta de antes", explicó.
Bagnaia adelantó siete posiciones en la salida y se colocó en el segundo puesto, aunque tampoco le fue nada mal a Quartararo porque pasó de ser duodécimo a quinto. El francés, dispuesto a poner fin a la mala racha, tuvo que lidiar con Márquez durante las primeras vueltas, pero las limitaciones de Honda impidieron que el catalán pudiera aguantar -al final terminó séptimo, justo lo que vaticinaba e incluso firmaba el día anterior-.
Bagnaia-Quartararo, un duelo hasta el final
El piloto de Yamaha tuvo que lidiar en todo momento con la insistencia de Marco Bezzecchi, que era cuarto y tenía la posibilidad de 'regalarle' el Mundial a Pecco Bagnaia, aunque se topó con el buen nivel del francés, que se afianzó en ese tercer puesto y llegó a acercarse al segundo clasificado. La sorpresa llegó en la mitad de la carrera porque Enea Bastianini -su compañero de equipo a partir del próximo curso- adelantó al actual líder y se colocó en primera posición, aunque fue algo momentáneo. De hecho, estuvo menos agresivo e insistente de lo normal, como era de esperar.
Ahora, el Mundial ya es cosa de dos porque tanto Espargaró como Bastianini están descartados de forma matemática. Pese a que Bagnaia no logró el objetivo más ambicioso este domingo, se queda a tan solo un paso de sumar el título. La única posibilidad de que no lo gane pasa por que ocurra lo mismo que en el circuito de Alemania, donde Quartararo ganó y el actual líder no puntuó.
Consulta aquí las posiciones y los tiempos en el Gran Premio de Sepang.