Según el acta arbitral firmada por Ricardo De Burgos Bengoetxea, "una vez terminado el partido y sobre el terreno de juego dicho jugador fue expulsado por dirigirse a mí en los siguientes términos: "¡Una vergüenza, una vergüenza! ¡Malísimo!".

Además de la sanción que le caerá por ese menosprecio al colegiado, Carvalho seguirá amenazado con otro encuentro más pues cuando vuelva a jugar seguirá a una sola amarilla de cumplir ciclo de tarjetas. 

De momento, el luso se perderá el choque ante el Celta de este fin de semana por no saber contenerse tras el pitido final de un encuentro que los béticos afrontaron con mucha crispación. Entre otras cosas, por considerar algunos futbolistas que el primer gol del Barcelona no debió subir al marcador porque De Jong sacó la falta con la que inició la jugada fuera del lugar donde se produjo la infracción. 

Habrá que esperar cuál es el castigo que le impone el Comité de Competición y si el Betis presenta alegaciones a sabiendas de que su defensa es prácticamente nula. 

Si fuese considerado como insulto grave, la sanción oscilaría entre los 4 y los 12 partidos de suspensión.