Pecco Bagnaia (26) tenía ganas de resarcirse en su tierra. El piloto turinés, aunque líder del Mundial, llevaba tres “ceros” en cinco pruebas. Tras su triunfo en la carrera al sprint del sábado, el italiano quería brillar en Mugello, al sol de la Toscana, 35 kilómetros al norte de la bella Florencia. Tenía moto (Ducati), ritmo, calidad y a la afición apoyándole. Su condición de gran favorito era indiscutible.  

Miller y Bezzecchi quisieron darle un aviso en la salida pero Pecco no lo permitió. Estaba dispuesto a mandar desde el principio y evitar incidentes por toques con otros pilotos. Jorge Martín, otro depredador de la pista, recuperó tres posiciones y se colocó justo detrás del líder. Bagnaia se escapó y Martín intentó seguir su estela. El resto se quedó atrás. Las dos Ducati se pusieron en cabeza. 

Marc Márquez siguió con su racha negra. Se fue al suelo, por error propio, cuando iba en cuarta posición. Al levantarse alzó los brazos, resignado, como preguntando qué más podía hacer para tener algo de suerte. El ocho veces campeón del mundo, abatido, sabe que la lucha por el título de este año vuelve a estar imposible para él. 

Martín no cesaba en su intento de caza al campeón italiano pero Bagnaia mantenía su medio segundo de ventaja. El resto del grupo, encabezado por Alex Márquez y Luca Marini, se rezagó y quedaba a 2,5 segundos de “Martinator”. 

Justo en ese momento, a 9 vueltas del final, Álex Márquez se cayó a la entrada de una curva cuando iba en tercera posición. No ha sido, sin duda, el mejor fin de semana que han tenido los hermanos de Cervera.

Bagnaia no cometió ni un solo error y Martín tuvo que arrojar la toalla para conformarse con el segundo puesto. El italiano tuvo un fin de semana perfecto (también ganó la sprint race) y lo celebró a lo grande ante los 77.000 espectadores presentes. Gran actuación también para el español de Ducati, que se acerca más a la segunda posición de Marco Bezzecchi, quien sólo pudo ser octavo. El francés Zarco completó el podio.