Por detrás empezaba, desde la primera curva, la batalla habitual. Daniel Holgado, líder del campeonato, salía undécimo. El colombiano Alonso, valiente como siempre, fue recuperando posiciones llegando desde atrás hasta ponerse en cabeza.
Hasta 20 pilotos rodaban en el mismo segundo. La carrera parecía un enjambre de abejas alrededor de la colmena. Holgado, entretanto, iba avanzando poco a poco. Buscaba ser punta de lanza y lo logró a 12 vueltas del final. Las alternativas en la primera posición eran constantes.
La igualdad era máxima. A 8 vueltas del final era imposible predecir nada sobre un posible podio. El viento era un problema añadido. Deniz Öncü y Holgado intentaban marcharse del resto pero no lo conseguían. Era momento de templar los nervios antes de encarar la batalla final.
Catorce pilotos llegaron juntos a las últimas 4 vueltas. Llegaba el momento decisivo con muchos lobos buscando la presa.
La última vuelta fue una absoluta locura. Holgado, que iba primero, acabó cayéndose. David Muñoz, el sevillano, que peleaba por la victoria, también cayó en la última curva. Más bien le tiró el turco.
En la recta final, con un suspense de película de Hitchcok, Alonso ganó por la mínima a Massiá y a Deniz Öncü. Sin embargo, el otomano fue castigado por su acción sobre Muñoz, lo cual sirvió para que otro sevillano, Rueda, subiera al podio por primera vez en su vida. El golpe a Holgado en la general fue importante ya que el japonés Sasaki se queda a trece puntos del español y Jaume Massiá, tercero, se pone a 22. En Misano nueva batalla.