Uruguay consiguió la victoria contra Ghana (0-2) después de especular con el resultado durante muchísimos minutos. Sabían que Corea del Sur estaba empatando contra Portugal, incluso por detrás en el marcador en cierto tramo de la primera parte, resultado que daba el pase a la selección dirigida por Diego Alonso, pero lo que no esperaban era el postrero gol de los asiáticos. Confirmada la debacle, la decepción, la frustración, la rabia y la ira se instalaron en los jugadores celestes.
José María Giménez fue uno de los más efusivos, como suele ser habitual, e incluso superó algunos límites cuando se marchó directo a por el árbitro. Edinson Cavani, por su parte, rompió el monitor del VAR. En el caso de Luis Suárez, sin embargo, lo más llamativo fueron las lágrimas de desconsuelo tanto en el banquillo como cuando marchaba hacia el vestuario, confirmada ya la eliminación.
El propio ariete mostró su resignación en redes sociales y no dudó en enviar algunos mensajes. El primero, después del fracaso de los charrúas, fue algo autocomplaciente. "Despedirte así de un Mundial duele mucho, pero tenemos la tranquilidad de que DEJAMOS TODO por nuestro país", comentó en su cuenta de Twitter. Las mayúsculas pueden interpretarse como respuesta a las muchísimas críticas que han recibido los jugadores y el cuerpo técnico tras el empate frente a Corea del Sur y la derrota ante Portugal.
Además de agradecer el respaldo de todos los aficionados que apoyaron "en cada parte del mundo", Suárez recordó que se siente "orgulloso" de ser de Uruguay y se mostró especialmente crítico ante la actuación arbitral. Tampoco hizo alusión directa al colegiado, de ahí que pueda interpretarse también como una interpelación hacia la FIFA, pero por el momento en el que tuiteó (este mismo viernes por la noche), seguramente se refiera al propio Siebert. "Aunque no nos respeten", apostilló Luis.