La Federación Internacional de Automovilismo, en pos de mantener su carácter de neutralidad, ya no permitirá que los pilotos, incluyendo los de Fórmula 1, emitan sus opiniones sobre temas sociales peliagudos, algo que venía siendo habitual durante los últimos años.
La modificación del artículo 12.2.1 del Código Deportivo Internacional, que entrará en vigor el 1 de enero de 2023, dice lo siguiente: "La realización y exhibición general de declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales, violan el principio general de neutralidad promovido por la FIA bajo sus estatutos, a menos que haya sido previamente aprobado por escrito por la FIA para competiciones internacionales, o por la ASN correspondiente para Competencias Nacionales dentro de su jurisdicción".
De este modo, a partir de la próxima temporada ese tipo de manifestaciones será considerado una infracción de la normativa, lo que acarreará multas o sanciones que aún no se conocen, pero que podrían ir desde prohibir a un piloto participar en un Gran Premio hasta obligarle a pagar una multa de que podría llegar a los 250.000 euros.
Experiencias pasadas
Este endurecimiento de las reglas evitará casos como los protagonizados por dos de los pilotos más activos y con una mayor conciencia social de la F1 como son Lewis Hamilton y Sebastian Vettel. El británico llevó la voz cantante durante los meses más polémicos del "Black lives matter" y, carrera tras carrera, se le podía ver con camisetas reivindicativas como una en la que se leía "Hay que arrestar a los policías que mataron a Breonna Taylor". El de Mercedes incluso le llegó a recriminar al español Carlos Sainz el hecho de que este no quisiera ponerse de rodillas a modo de protesta, como se puso de moda en su momento.
Vettel siempre ha tenido más frentes abiertos que Hamilton. El alemán ha llegado a ponerse camisetas con proclamas feministas, se puso los colores de la bandera LGTBQ+ en el casco en algún Gran Premio celebrado en países árabes y hasta se llegó a quejar en Canadá por la extracción de arenas bituminosas en el país norteamericano, pero todo esto ya estará prohibido el año que viene, con lo que el deporte será lo único de lo que se hablará durante las carreras.