Franck Kessié (25) llegó al FC Barcelona con un objetivo: luchar por un puesto en la alineación titular. Aterrizó en la Ciudad Condal después de unos exitosos años en el AC Milan, club con el que conquistó la Serie A de la mano de Stefano Pioli y de Paolo Maldini. 

Su estado físico ilusionó a la afición. Finalmente, la línea de volantes tendría un jugador de recorrido y potencia. La técnica quedaría en manos de Sergio Busquets (34), Pedri (19) y Gavi(18).  La apuesta del Barça era clara. Kessié era uno de los nombres llamados a iniciar la renovación del mediocampo. 

Ese era el planteamiento culé en el amanecer de la temporada. Ahora, en las vísperas invernales, la situación de Kessié es diferente: el jugador no ha tenido los minutos esperados. No es tenido en cuenta por Xavi y posiblemente saldrá del club. 

Se desconoce aún en que condiciones ocurrirá el movimiento del centrocampista. Un préstamo le permite al Barça ahorrar una importante suma en salarios. Una venta supone un ingreso extra que, en medio de una campaña atípica, sería bien recibido. 

En sí, el Barcelona ganará en cualquiera de los dos métodos. El jugador, por su parte, no descarta una transferencia para encontrar estabilidad. Aunque existen una serie de rumores, no ha llegado a las oficinas del Camp Nou una oferta formal. Desde Inglaterra se habla sobre un presunto interés del Aston Villa de Emery. 

Además de obtener beneficios, el traspaso de Kessié no sería un riesgo. En materia táctica, Pablo Torre o Sergi Roberto están en condiciones óptimas para sustituirle. No es un peligro para el club y, en resumen, su salida es provechosa para los dos bandos involucrados.