Joao Felix y el Atlético de Madrid, un divorcio sin garantías y con un solo beneficiario
Joao Félix estaba llamado a ser el líder del frente de ataque del Atlético de Madrid. Diego Simeone puso en el portugués su confianza. En la pretemporada, el entrenador probó su clásico doble nueve con Álvaro Morata como ariete y con el luso como enganche o creador.
Con el inicio de la campaña 2022-2023 el planteamiento inicial de Simeone se ha diluido poco a poco. Félix no ha marcado un gol en lo que va del año. Su nivel es paupérrimo, al menos en el Atlético de Madrid. En la selección portuguesa, el jugador también es suplente: Cristiano Ronaldo, Diogo Jota, Bernardo Silva, Rafael Leao y Bruno Fernandes son futbolistas que ejercen su función.
El tiempo avanza y Félix, en contraste, parece estancado en el Cívitas Metropolitano. El jugador no encaja en el Atlético, y el Atlético, según suscita la situación, tampoco encaja en lo que espera el futbolista para brillar y ser importante.
La salida, una opción viable
Pensar en una salida de Joao Félix era, en otras épocas, una químera. En la actualidad, un traspaso del atacante es una opción clara. Quizás el Atlético no esté del todo convencido en vender al portugués. Sin embargo, una oferta que iguale- o que al menos se acerque- a lo que pagó el club español por el deportista en el 2019 es más que viable.
Inglaterra es, en ese contexto, una alternativa para el ex Benfica. En el mercado de verano, el Manchester United preguntó por Joao Félix y llegó a poner sobre la mesa más de 100 millones de euros. Ni Simeone, ni la directiva, aceptaron la moción y el deportista se quedó en el Metropolitano.
Ahora, la realidad de Félix es otra. Sin gol, con problemas y con reacciones desmedidas, el jugador apunta a la puerta de salida del Atlético de Madrid. La compleja situación que vive el futbolista con el Atlético de Madrid es una ruptura. La suplencia del delantero contra el Brujas pesó más de lo esperado. Al término del encuentro, tanto Simeone, como el mismo atacante, sabían que el divorcio estaba a la vuelta de la esquina.