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Javi Guerra se afianza en el trono del maratón; Irene Pelayo, récord de longevidad

Guerra, campeón en Zaragoza
Guerra, campeón en Zaragoza@atletismoRFEA
En la categoría femenina, sin rival alguna durante todo el recorrido, Irene Pelayo conquistó el trono tras llegar a meta en 2:34:02. El viento fue muy protagonista y evitó que pudieran darse mejores marcas.

Javi Guerra llegaba a Zaragoza con la idea de culminar un exigente proceso de renacimiento deportivo. Irene Pelayo lo hacía portando el a veces pesado cartel de incuestionable favorita. Ambos regresaron a casa con la sonrisa del deber cumplido y con la sensación de haberlo dado todo para que sucediese lo que todos pensaban que debía suceder: oro pendulando sobre su pecho. Un guión fácil de redactar para el aficionado, pero con tintes complejos en la siempre inquieta mente de un corredor de larga distancia.

"Le he echado narices, cuando he pasado la media sabía que luego tocaba sufrir, pero no me importó, quería volver a ser campeón de España", explicaba el atleta, que llegó en 2:11:41. El crono marcaba 1:04:17 en el ecuador (a 3:02 el km, un tiempo que hacía soñar con bajar de 2:10). Era consciente de la dificultad, pero supo resistir y la pérdida de segundos se distribuyó de forma paulatina: 1:16:13 en el km 25 (todavía a 3:02), 1:31:55 en el 30 (a 3:03), 1:48:29 en el 35 (a 3:05) y 2:04:19 en el 40 (a 3:06).

Venía de firmar grandes actuaciones en 10 km, media maratón y campo a través, pero Filípides es otra película y él, curtido a base de plazas de privilegio en grandes escenarios, lo sabe. Tras haberse quedado fuera del Europeo de Múnich y no rendir como esperaba en Valencia, tenía ganas y casi necesidad de reivindicarse, de recordar que nadie le puede quitar el honor de ser el mejor maratoniano español de la pasada década y de clamar que, a sus 39 años, no está ni mucho menos en la cuesta abajo. 

Álex Jiménez, 'El Balilla', policía local de Alcobendas que desembarcó en la élite pasados los 30 y, con 40 en el horizonte cercano, no deja de agrandar su catálago de buenas prestaciones. Vino de atrás (había pasado por el 21,097 en 1:05:30), superó a los africanos, y atesoró la segunda posición con una marca de 2:13:20. El bronce se lo colgó el campeón nacional y subcampeón continental de 50 km, Alberto Puyuelo, quién llegó a dudar de su participación (un flemón le amargó la noche y apenas pudo descansar).

Irene Pelayo, autoritaria

La prueba femenina fue un monólogo de Irene Pelayo, que a sus 43 años y 59 días reventó el récord de longevidad de Teresa Recio como la mujer de mayor edad en vencer un Campeonato de España en una prueba olímpica. La salmantina lo consiguió en 2005, cuando venció en los 10 000 metros a los 42 años y 10 días. Lo de menos para la plusmarquista española F40 (2:29:16) fue el crono (2:34:02, el más lento de los seis maratones que ha completado hasta la fecha).

Lo más importante para ella, sin embargo, es que se ha hecho con su tercer título nacional tras el de media en 2017 y el de carreras de montaña en 2016. Sus parciales: 18:13 en el km 5 (a 3:38), 36:18 en el 10 (a 3:37), 54:40 en el 15 (a 3:38), 1:16:47 en la media (a 3:38), 1:30:55 en el 25 (a 3:38), 1:49:14 en el 30 (a 3:38), 2:08:00 en el 35 (a 3:38) y 2:25:52 en el 40 (a 3:38). Corrió sin oposición femenina, escoltada por hombres (entre los que destacaba el internacional Nacho Cáceres).