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Griezmann, el jugador de los partidos importantes que lidera a Francia en la sombra

François Miguel Boudet
Griezmann celebra uno de los goles
Griezmann celebra uno de los golesADRIAN DENNIS / AFP
Antoine Griezmann (31) se ha transformado desde el inicio del Mundial. Su nueva posición tras la lesión de Karim Benzema es la clave del éxito de los Bleus. Parece imparable en la búsqueda de una nueva estrella.

¿Quién iba a pensar el pasado mes de junio que Antoine Griezmann sería tan esencial en el juego de la selección francesa? Se había desgastado y era una sombra de sí mismo hasta el punto de que, aunque era impensable dejarlo en el banquillo, su papel sólo podía ser el de suplente, como revulsivo. Además de una lesión, fruto de una entrada de Dani Carvajal en un derbi liguero, la COVID-19 no perdonó al colchonero, que se fue a Nueva York con Koke Resurrección y regresó con un positivo en la maleta. 

El regreso de Karim Benzema justo antes de la Eurocopa no le hizo ningún favor a 'Grizou'. Su posición en el campo le convenía menos y la falta de referentes contribuyó en gran medida a la eliminación en octavos, además de las tensiones dentro del grupo, con la baja de Olivier Giroud y el lugar ocupado por Kylian Mbappé

Su inicio de temporada estuvo marcado por una cláusula inesperada en su cesión del Barcelona al Atlético de Madrid que limitó su tiempo de aparición. El juego desplegado por los rojiblancos, pese a todos los esfuerzos del atacante, no convenció a nadie.

Platini + Zidane

Y entonces el cuerpo de Benzema empezó a resentirse. La simple sobrecarga muscular se convirtió en un abandono y una reconfiguración táctica. Las recientes buenas actuaciones del tándem Mbappé-Giroud, un giro improbable cuando ambos estaban enfrentados durante la Eurocopa, convencieron a Didier Deschamps para aprovechar el volumen de juego de Griezmann y reconstruir su sistema. Se acabó la defensa de tres centrales, que nunca convenció. El regreso de la zaga de cuatro ha ofrecido más estabilidad, con Aurélien Tchouaméni y Adrien Rabiot, que también ha recuperado su favoritismo, aportando calidad técnica y proyección. Todo el equipo tiene buena pinta, pero falta el enlace entre el centro del campo y el tridente atacante. ¿Y quién si no Griezmann? 

Fue un muy buen estreno del colchonero ante Australia, no dejando dudas de que este sería su equipo, dejando el protagonismo en solitario a Mbappé. Aunque todavía no haya marcado en este Mundial, no es menos decisivo. Ha dado tres asistencias, dos de ellas contra Inglaterra, y su influencia en el juego se refleja en los números. Su capacidad para defender, para hacer jugar a los demás y para entender el sentido del juego es la piedra angular de este equipo.

Y lo que a menudo se castiga cuando viste la camiseta rojiblanca se convierte en admiración con la azul. En los partidos eliminatorios del Mundial, Griezmann ha participado en 14 goles, ya sea como autor o como asistente. A modo de comparación, ¡hay que sumar a Michel Platini (5+1) y Zinedine Zidane (7+1) para igualarlo! Y eso sin olvidar que en la Eurocopa 2016, su récord fue de 5+2.

Puesto en las mejores condiciones, sea cual sea su posición, Griezmann siempre marca la diferencia. La marca de un grande que debe ser considerado como tal, justo en la cima del panteón futbolístico francés.