Brillante e histórico inicio de Schauffele en el Campeonato de la PGA

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Schauffele domina en el Campeonato de la PGA con un arranque histórico

Schauffele, muy concentrado.
Schauffele, muy concentrado.Getty Images vía AFP
El estadounidense empezó este jueves en lo más alto al igualar la ronda más baja en la historia de los torneos de Grand Slam, con un total de 62 golpes, nueve bajo par.

Este fabuloso balance le concedió una ventaja de tres golpes sobre sus compatriotas Tony Finau, Mark Hubbard y Sahith Theegala en el estreno del segundo campeonato más grande del año en Louisville (Kentucky).

El también estadounidense Scottie Scheffler, gran favorito al título, se posicionó en la duodécima plaza con 67 tantos (-4); el español Jon Rahm recompuso un nefasto inicio hasta terminar con 70 (-1) en el 47º lugar.

Xander Schauffele fue la gran sensación en el campo de Valhalla, donde muchos golfistas aprovecharon la fina lluvia caída sobre el terreno.

Hasta 64 jugadores bajaron del par, la segunda mayor cantidad de cualquier ronda de las 106 ediciones del Campeonato de la PGA.

Schauffele arrancó en el tee del 10 y acertó cinco birdies en sus primeros nueve hoyos, y cuatro más después de la vuelta en una ronda sin bogeys.

El californiano, de 30 años, ya compartía el récord de ronda más baja en la historia de los torneos de Grand Slam.

El vigente campeón olímpico había logrado 62 golpes en la primera vuelta del Abierto de Estados Unidos del año pasado, mientras que el estadounidense Rickie Fowler lo logró en esa misma jornada y el sudafricano Branden Grace en el Abierto Británico de 2017.

"Se siente muy bien", declaró el gran triunfador de la cita. "Si alguien me hubiera dicho que golpearía nueve bajo par lo habría aceptado. Pero sólo estamos a jueves", agregó.

Su actuación batió también el récord de Valhalla, superando los 63 golpes que logró el español José María Olazábal en la primera ronda del Campeonato de la PGA de 2000.

Xander sigue peleando por su primera corona de Grand Slam después de haber concluido en una docena de ocasiones entre los 10 primeros.

El 'eagle' de Scheffler

Uno de los últimos jugadores en tomar la salida fue Scottie Scheffler, que, tras imponerse en el Masters de Augusta en abril, ahora aspira a ser el primero en acaparar los dos primeros 'Majors' del año desde Jordan Spieth en 2015.

El número uno mundial aterrizó en Valhalla con el tiempo de preparación justo debido al nacimiento de su primer hijo, pero una vez tomó los palos no tardó en ratificar su espectacular momento de forma.

Scottie, que ha arrasado con cuatro títulos en sus últimos cinco torneos disputados, envió un mensaje a sus rivales firmando un descomunal eagle de 51 metros en el primer hoyo.

"Intenté golpear justo en la bandera. Tuve suerte de acertar la distancia. Es bueno tener un poco de suerte ahí", dijo Scheffler, que cerró su recorrido con cuatro birdies y dos bogeys.

Por su lado, Rahm vivió un inicio de pesadilla con cuatro bogeys en los primeros seis hoyos, aunque recompuso la situación con seis birdies posteriores.

El vasco, que compite como gran referente del circuito saudita LIV Golf, viene de registrar su peor participación en el Masters de Augusta y afronta la peor sequía de títulos de su carrera.

El argentino Alejandro Tosti fue el golfista latinoamericano mejor posicionado con 68 golpes (-3), lo cual le permitió colocarse en el 18º lugar, mientras su compatriota Emiliano Grillo acabó con 71 (par) en el 65.

Por encima del par, el chileno Joaquín Niemann terminó con 73 golpes (+2) en el puesto 108 y el colombiano Camilo Villegas acabó con 79 (+8) en el 151.

Irregular Tiger

Otro de los grandes focos de atención fue Woods, quien se mantuvo bajo par hasta cometer bogeys en los dos últimos hoyos.

El astro estadounidense, de 48 años, firmó un total de tres birdies y cuatro bogeys para un registro de 72 golpes (+1) que lo situaron en el puesto 85 y le obligarán a arremangarse el viernes para superar el corte.

En este punto de su legendaria carrera, Tiger participa únicamente en los torneos de Grand Slam debido a sus numerosos problemas físicos, especialmente en la pierna derecha que se dañó en un accidente de coche en 2021.

"Tardé probablemente tres hoyos en volver a sentirme competitivo y sentir cómo golpeo la bola en competición, la adrenalina, la temperatura, la velocidad del green", explicó el legendario golfista.

"Son cosas a las que normalmente me acostumbro muy rápido, y me ha costado unos cuantos hoyos", admitió. "Cada día es un poco diferente. Unos días mejor que otros. Así son las cosas. Mi cuerpo es así", concluyó.