Pese a todo, nuevo récord de asistencia en un partido de la selección femenina
España logró una victoria de prestigio ante Países Bajos, que empezó a perder sus opciones de vencer cuando encajó dos tantos sin apenas respiro junto antes del descanso (Jenni Hermoso abrió el marcador y Aitana Bonmatí amplió distancias). Luego, pese a que el equipo anfitrión jugó con el resultado y las neerlandesas ganaron algo de terreno tras un retoque táctico, Ona Batlle se encargó de completar la fiesta en la segunda mitad (3-0).
La selección femenina está clasificada para la final de la Liga de Naciones -se enfrentará a Francia- y ya tiene asegurada su presencia en los Juegos Olímpicos. Este doble objetivo se consiguió con 5.960 seguidores más respecto al último encuentro, el pasado 5 de diciembre en La Rosaleda (Málaga). Por aquel entonces, aunque era un duelo muy atractivo entre las dos primeras del ranking FIFA, la realidad es que los deberes estaban ya hechos -aun así, hubo récord de asistencia-.
Había cierto temor a que no se superara esa marca por el cambio de sede (en un primer momento, el encuentro iba a celebrarse en el Nuevo Mirandilla; el Cádiz, sin embargo, rechazó la idea por jugar este domingo 25 de febrero ante el Celta). Y el anuncio se produjo con apenas dos semanas de antelación, de modo que la RFEF tuvo que improvisar. La Cartuja, sede del partido frente al combinado galo, fue el lugar elegido.
La cifra de Sevilla es especialmente positiva por la gran diferencia que hay respecto a la cita en la capital de la Costa del Sol, pero el importante aforo del recinto -cercano a los 60.000 asientos- hizo que hubiera una estampa desangelada. Alrededor de dos tercios quedaron sin ocupar, por lo que aún hay gran margen de mejora. Eso sí, lejos quedan los números de años anteriores (10.444 personas en Riazor allá por 2019 o las 11.209 de El Sadar durante una visita que tuvo lugar en 2022).
Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.