Pochettino había levantado ampollas un día antes cuando declaró a los periodistas: "Si nos separamos no es un problema, no será el fin del mundo".

Cuando se le pidió que aclarara su comentario, Pochettino sonó bastante más confiado sobre su futuro en el club.

"Tuve una conversación sincera en la rueda de prensa (del viernes). Para aclarar, si el propietario está contento con mi trabajo podemos continuar", dijo el sábado.

"Siempre soy un entrenador que piensa a largo plazo. Todos los departamentos deben estar contentos para que seamos un buen equipo para competir. Todavía tengo un año más de contrato y pienso estar aquí".

El Chelsea es séptimo en la tabla, lo que alimenta las esperanzas de lograr un puesto europeo la próxima temporada.

Remontó un gol en contra gracias al empate de Raheem Sterling en el minuto 80 y al gol de la victoria de Nicolas Jackson dos minutos después. Jackson remató de cabeza un centro milimétrico del capitán Reece James, que jugó su primer partido en cinco meses tras someterse a una operación en los isquiotibiales.

El regreso de James a la forma física -que también da esperanzas a sus posibilidades de un puesto en la selección de Gareth Southgate para la Eurocopa 2024- fue un punto brillante el sábado, aunque Pochettino lamentó que su regreso se produjera tan tarde en la temporada.

"Tiene mala suerte porque estamos a final de temporada y sólo quedan dos partidos", dijo el argentino. "Puede aportar su calidad y experiencia".

Pochettino achacó el lugar que ocupa el Chelsea en la tabla a los problemas de principio de temporada. El Chelsea no ha perdido en 12 de sus últimos 13 partidos de liga.

El presidente del Chelsea, Todd Boehly, había elogiado la reciente forma del equipo a principios de esta semana, diciendo en una conferencia de Sportico en Los Ángeles el miércoles que es una prueba de que el plan del club está "cuajando" bajo Pochettino.