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Jorge Vilda, seleccionador: “No hemos estado a la altura y si hay un responsable soy yo”

David Alonso
A la selección le tocará reponerse del duro golpe recibido ante las japonesas.
A la selección le tocará reponerse del duro golpe recibido ante las japonesas.AFP
La goleada sufrida por la selección ante Japón (4-0) será un duro varapalo difícil de digerir. Jugadoras y cuerpo técnico lo saben. En la primera prueba seria del Mundial femenino el saldo es de suspenso categórico y rebaja de forma considerable las expectativas puestas sobre la selección. Ahora todo se ve más oscuro que antes. La derrota ha sido muy amarga por el fondo y por la forma. Entrenador y jugadoras dieron la cara en TVE tras el severo correctivo sufrido ante las niponas en Nueva Zelanda.  

Jorge Vilda, el seleccionador, no quiso poner paños calientes: “Nos han defendido muy bien y han salido fenomenal a la contra. No hemos estado a la altura y si hay algún responsable soy yo. El equipo está frustrado y con rabia pero eso se transformará pronto en ganas para ganar a Suiza

“Lo primero que tenemos que hacer es digerir esta dura derrota. Hay que levantar la cabeza, tirar para arriba, ser más equipo que nunca e ir a por todas contra las suizas. A pesar de lo ocurrido, tengo mucha confianza en meternos en cuartos de final”, apostilló Vilda.   

Aitana Bonmatí, una de las líderes de las selección, fue de las primeras en dar explicaciones nada más acabar el choque: “Japón ha planteado bien el encuentro en bloque bajo. Sabía lo que hacía. Conocían bien lo ofensivas que somos y cada contra suya era medio gol. Además, a nosotras nos costaba atacar su bloque bajo. Es un golpe duro pero el fútbol nos dará una nueva oportunidad el sábado” 

Bonmatí indica los pasos a seguir ahora: “Todos los que hayan visto el partido de hoy tomarán nota. Tenemos que corregirlo. A veces necesitas un palo así para crecer y ser más equipo. Pido perdón. No estamos orgullosas de lo que hemos demostrado en el campo pero ante Suiza será otra historia”. 

Las jugadoras españolas se vieron superadas en todo momento por las contras japonesas.
Las jugadoras españolas se vieron superadas en todo momento por las contras japonesas.AFP

Salma Paralluelo reflejó de forma muy gráfica lo que España necesita ahora: “Tenemos que tener más carácter para que esto no se vuelva a repetir”. 

Irene Paredes, la “jefa” de la defensa, estaba muy dolida: “En caliente es difícil sacar conclusiones. Japón ha hecho el partido que quería. Nos han dado el balón y han hecho unas transiciones perfectas con un 100% en la finalización. Han sido mejores y hay que darles la enhorabuena” 

“Sigo confiando en este equipo. Ahora toca descansar y recuperarse. Tenemos que mejorar muchas cosas. No hemos sido capaces de hacerles daño. Vamos a analizar todo con calma y a prepararnos bien para el duelo decisivo ante Suiza”, remató Paredes. 

Misa Rodríguez recibió cuatro goles en cuatro llegadas de Japón.
Misa Rodríguez recibió cuatro goles en cuatro llegadas de Japón.AFP

Olga Carmona, lateral izquierdo del equipo, iba en la misma línea que sus compañeras: “Nos vamos muy jodidas pero tenemos que intentar mantener la motivación intacta. Seguimos en el Mundial. Ellas han realizado un planteamiento perfecto y lo han llevado a cabo sin fisuras. Nos ha faltado crear más peligro porque ellas estaban bien posicionadas. Vamos a confiar, a seguir siendo España e iremos a por todo frente a Suiza”. 

Misa Rodríguez, la portera, también mostró su enorme decepción: “Han llegado cuatro veces y han metido cuatro goles. Lo primero que necesitamos es saber qué se ha hecho mal y recuperar la energía para el sábado. Debemos aprender de los errores y resetear. Ha sido un palo muy duro pero tenemos que ganar a Suiza. No queda otra”. 

Las jugadoras españolas tendrán la oportunidad de redimirse el sábado ante Suiza.
Las jugadoras españolas tendrán la oportunidad de redimirse el sábado ante Suiza.AFP

A pesar de la dolorosa derrota, la parte positiva es que España tiene una posibilidad de revancha. Jugará su partido de octavos contra Suiza el sábado 5 agosto a las 5 de la madrugada en Auckland. El fútbol les dará una nueva oportunidad.