Quedan siete años para que España acoja el que será, junto al Mundial de 1982 y los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, el mayor evento de su historia. Y, como es lógico, nadie quiere perdérselo. Aún no hay confirmación oficial pero se especula que nuestro país podría tener derecho a contar con 10 u 11 estadios, ya que será la sede del principal del mismo.
No obstante, hay que tener en cuenta que habrá probablemente tres estadios en Portugal (los dos de Lisboa, Da Luz y José Alvalade y el de Oporto, Do Dragao) y cuatro o cinco en Marruecos (a elegir entre Rabat, Casablanca, Marrakech, Fez, Tánger y Agadir). Además, habrá tres partidos en Sudamérica. El encuentro inaugural será en el Centenario de Montevideo, en Uruguay. Argentina, podría estrenarse en el Monumental de Buenos Aires, mientras que Paraguay juega habitualmente en el Defensores del Chaco de Asunción, si bien está proyectando un nuevo estadio en su capital.
Para ser sede del Mundial, la ciudad elegida debe contar con un estadio que disponga de capacidad para al menos 40.000 espectadores. La cifra se eleva a 60.000 para albergar unas semifinales y 80.000 en el caso de la final. La obligación de contar con 40.000 asientos va a condicionar notablemente la elección de las sedes.
La final en el Bernabéu
Madrid, como es lógico, es sede fija y contará con sus dos estadios de gala: el Santiago Bernabéu y el Metropolitano. El templo del Real Madrid organizará, a falta de confirmación oficial, el 21 de julio de 2030 la segunda final de su historia de un Mundial, después de que Italia derrotara a Alemania por 3-1 en 1982 ante la atenta mirada de Sandro Pertini y de los actuales reyes eméritos. Además, el coliseo blanco ha organizado una final de Eurocopa (1964), cuatro finales de la Champions League (1957, 1969, 1980 y 2010) y una final de la Copa Libertadores (2018).
Además, está asegurada Barcelona como sede con el Camp Nou, al que podría añadirse el Stage Front Stadium de Cornellá y Sevilla, con el Estadio de La Cartuja que se ha convertido en los últimos años en sede oficiosa de la selección española.
El resto de ciudades están por definir. Por cuestión poblacional hay ciudades como Valencia, Zaragoza o Málaga que por lógica deberían albergar el Campeonato del Mundo. Pero todo depende de que las obras se aceleren y de que los nuevos estadios en el caso de la ciudad del Turia y de la capital aragonesa y de que la reforma integral en el caso de La Rosaleda estén disponibles en 2030.
En el norte de España, Bilbao con el Nuevo San Mamés tiene muchas papeletas para ser sede. San Sebastián podría tener sus opciones, si bien la Federación podría optar por diversificar e ir a Asturias, probablemente a Gijón.
Además, también han mostrado su interés Vigo, La Coruña, Murcia y Las Palmas. Falta por confirmar el número de sedes y posteriormente, la criba definitiva. Pero si algo está claro es que los españoles vamos a disfrutar de un evento único en 2030. Solo falta que la selección tenga una prestación superior a la de 1982.