Se expande el fuego: Juan Cala y Diakhaby se enzarzan en redes sociales
Hace más de dos años, el defensa del Valencia Mouctar Diakhaby (26), acusó a Juan Cala (33), central del Cádiz, de llamarle “negro de mierda” durante la disputa de un partido entre sus equipos. El episodio provocó un enorme revuelo en los medios de comunicación y generó una corriente de apoyo a favor del futbolista francés. Sin embargo, nunca se pudo demostrar que el insulto fuera proferido por Cala, algo que él siempre negó. Al calor de un nuevo capítulo xenófobo en nuestro fútbol, el jugador sevillano se ha acordado de su colega valencianista.
Cala puso un tuit recordando lo que ocurrió hace más de dos años entre ambos: "Hoy Paulista y el amigo no se han ido del campo dolidos no? Hoy no hay comunicados, ni videos, hoy la afición ejemplar no sale a culpar no? El tiempo y solo el tiempo pone a cada payaso en su sitio", escribió el central andaluz.
Los dos defensas también juegan duro en redes sociales
Al enterarse del mensaje, lejos de apaciguar los ánimos, Diakhaby ha respondido a través del mismo canal. Primero mandando ánimo a Vinicius: "Y sí, por supuesto que apoyo a Vinicius contra los insultos racistas que recibió de algunos aficionados . Y espero que mi club haga lo necesario para sancionar fuertemente a los que cometieron estos actos". Poco después apuntilló: “Sigues hablando porque te han protegido muy bien así que cállate un rato"
La disputa dialéctica podía haber quedado ahí pero Cala prefirió entrar al trapo de nuevo: "No, no me voy a callar porque tengo los mismos derechos que tú, los mismos, ni más ni menos. Solo digo que ayer hubo un incidente de racismo en vuestro estadio y ni tú, ni tu colega os vi en el campo sacando al equipo a favor de Vinicius. Y sí, si a mi compañero Momo, o Choco, o Theo o Awer un tío en la grada lo insulta ten por seguro que soy yo, no la policía, el que saca al energúmeno del estadio. En la vida como he dicho todo el mundo acaba en su sitio. Y tú, con tus hechos, ya estás más que RETRATADO".
Resulta evidente que la animadversión entre ambos, lejos de apagarse, se mantiene en todo lo alto.