No es que sean dos gotas de agua, pero Getafe y Mallorca, equipos con el sello de autor de Quique y Aguirre, son muy similares. Juegan con un 9 puro, de los que se pelean hasta con las madres, y con tres centrales a cual más rocoso. La conclusión es que uno hace un retrato robot y le salen las dos mismas rocas incómodas de superar. 

Así que la primera mitad fue como se esperaba, un choque nada bonito de ver Y menos aún cuando uno de los dos, en este caso el Geta, se adelantó. Lo consiguió con un poco de fortuna en un disparo de Borja Mayoral que tocó en Raíllo e hizo una parábola que sorprendió a Rajkovic.

Ese 0-1 llegó justo en el ecuador de la primera mitad. Antes, tampoco es que hubiera pasado gran cosa. Apenas un centro de Maffeo, de lateral izquierdo esta vez, al que no llegó Muriqi porque lo impidió David Soria, y un remate de cabeza lejano de Enes Unal que se inventó una ocasión de la nada. 

Después del gol, se vio aún menos fútbol. Los azulones saben enfriar los encuentros, están bien armados y maniataron a Kang-in y a Galarreta, los creadores bermellones. Sin ellos, éstos abusaron del pase en largo y sólo disfrutaron de un centro chut de Amath que sacó bien Soria. Nada más que llevarnos a la boca. Ah, sí, la habitual petición de manos en el área. Una cosa es que el criterio no lo sepan ni los árbitros, pero reclamar un balón al hombro como penalti ya es demasiado. Y claro, el público se lo quiere creer todo y el ambiente se enrarece. 

Aguirre retocó su plan en la reanudación y el Mallorca, con Lee Kang-in enchufadísimo, empezó a a merodear el área de Soria. Fue el surcoreano, después de diez minutos de acoso, el que firmó también el derribo. Robó un balón en medio campo, condujo la bola y siguió la acción, por si acaso, cuando el meta despejó el fuerte disparo de Morlanes para marcar a puerta vacía. La fe mueve montañas.

Y sus compañeros se contagiaron de ese espíritu para culminar la remontada con un remate de Raíllo que se adelantó a Djené en la salida de un córner para marcar el 2-1. 

Estaba muy tocado el Getafe, casi muerto. Las soluciones a su bloqueo tampoco llegaron desde el banquillo. Así fueron pasando los minutos sin que el cuadro balear sufriera en exceso. Y con los de Quique volcados a la desesperada, llegó un contragolpe mortal de, quién si no, Lee Kang-in, que corrió como un demonio para martirizar a Soria y sellar el triunfo con un doblete que garantiza la permanencia con 40 puntos. Los madrileños, sin embargo, deberán sudar mucho más con un solo punto de ventaja sobre el descenso. 

Jugador Flashscore del partido: Lee Kang-in (Mallorca)

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