MIke Maignan ya sabía antes del fin de semana lo que era recibir un insulto racista estando sobre un terreno de juego, pero el francés volvió a ser víctima en la visita de su equipo al Udinese, donde consiguieron una importante victoria por 2-3. La alegría y la satisfacción por cosechar este buen resultado se diluyó por este episodio, el último de una larga lista entre las principales ligas europeas. El número de casos es difícilmente cuantificable si se tienen en cuenta competiciones con menor repercusión. 

Vinicius Júnior también sabe lo que es vivir algo así, ya que los ha sufrido en varias ocasiones. Más de uno, como lo ocurrido en Mestalla o el muñeco que fue colgado de un puente por ultras del Atlético de Madrid, han acabado en manos de la justicia. Sin embargo, no siempre es posible identificar a los autores, como se comprobó recientemente a raíz de una situación similar en el choque entre Osasuna y Real Madrid.

"'Solo hablar no cambiará nada'. Estas son palabras de Maignan. Ya es hora de encarcelar a los racistas para que tengan verguenza de quien son", comentó Vinicius con indignación. El brasileño citó un tuit del propio guardameta galo, quien señaló que no era la primera vez que le ocurría. Así, se mostraba resignado al comprobar que los protocolos, los comunicados de prensa y las campañas publicitarias no han "cambiado nada".

"Agradezco a quienes realmente apoyan nuestra lucha y lamento a quienes sólo aparecen con palabras vacías para ganarse la simpatía de la prensa. Siempre contigo, Maignan", agregó el internacional con la Canarinha, que marcó uno de los tantos en el triunfo del Madrid ante el Almería. Y lo hizo mediante un remate que no estuvo exento de polémica porque hay dudas sobre si remató con el hombro o con el antebrazo, lo cual se sale del reglamento.