Míchel Sánchez, entrenador del mes para los analistas: los secretos tácticos del Girona
Tras una racha de ocho partidos sin perder, el Girona recibió el fin de semana en su estadio al Real Madrid y, pese a perder 0-3, fue un digno rival. Así lo confirman también los modelos de datos avanzados que evalúan el control del juego o la calidad de las ocasiones creadas. Ambos equipos fueron capaces de llevar el balón al último tercio del campo durante todo el partido y crear ocasiones de disparo peligrosas.
Al final, el Real acumuló 2,89 goles esperados y fue capaz de convertir sus ocasiones extra en goles, mientras que el Girona puede rasgarse las vestiduras con 1,73 xG.
El partido también mostró claramente los puntos fuertes y débiles del club catalán. Por un lado, un ataque que funciona excelentemente; por otro, una defensa que permite a los rivales un número realmente elevado de disparos peligrosos. Mientras que el ataque es el tercero mejor en calidad de ocasiones por detrás de Real y Barcelona, la defensa es la quinta más débil de la liga.
Un estilo peculiar
Míchel es capaz de adaptar el estilo de juego y el concepto de organización ofensiva al rival y a la parte del partido, pero principalmente prefiere jugar con tres defensas a la hora de configurar el ataque. En la primera fase de la elaboración, los dos carrileros se mueven más hacia el lado derecho, mientras que el central izquierdo Daley Blind se traslada al centro del campo. El lateral derecho, Yan Couto, se coloca alto y a lo ancho. Se crea así una estructura 3-2 con tres stoppers y dos pivotes. Es un sistema de construcción de juego contra el bloque del centro del campo contrario típico de los equipos que practican el fútbol posicional, como el Manchester City, el Arsenal o el Barcelona.
Otro rasgo típico, y tendencia en el fútbol contemporáneo, es la creación del llamado "centro del campo en cuadro", o centro del campo cuadrado. El Girona lo consigue haciendo que el extremo derecho Viktor Tsygankov caiga al centro y, junto con un centrocampista ofensivo y dos pivotes, cree el mencionado cuadrado con el fin de superar en número al rival y obtener una ventaja posicional.
Una vez que el centrocampista ofensivo se abre espacio entre las líneas, a menudo es capaz de dar un pase en profundidad al delantero Artem Dovbyk en el espacio que hay detrás del stopper ofensivo. Con su velocidad y potencia, el internacional ucraniano no sólo amenaza con sus carreras, sino que también crea espacios para otros jugadores. Contra bloqueos medios y altos, Dovbyk también suele recibir balones largos, siempre listo para cargar a la espalda de la defensa.
Contra bloques medios más profundos, el Girona confía en llevar el centro de gravedad del juego con pases en diagonal. Cuando el juego llega a la banda derecha, los centrocampistas centrales, junto con Tsygankov, intentan rellenar el lateral y crear espacio para el centro. La idea principal es poblar el espacio, es decir, atraer el bloque contrario hacia el lateral y luego transferir la jugada al aislado Sávio en el lado opuesto. Este último suele tener tiempo suficiente para ganar una batalla uno contra uno contra el zaguero rival.
El gran arma del Girona en el último tercio del campo son los centros desde el segundo palo, tanto en el caso de Sávio desde la izquierda como de Yann Couto desde la derecha. Los centros suelen dirigirse al segundo palo, donde el equipo de Michel busca crear ventaja numérica con un centro adecuado al área. Además, los catalanes mantienen una buena estructura a partir de la segunda oleada y a menudo reciben balones desviados justo delante de los dieciséis.
Savinho, la revelación
Con sólo 19 años, el extremo brasileño Sávio es un arma muy peligrosa para el Girona en el último tercio del campo. Con el balón en los pies, ofrece una gran variedad de opciones de centro y, con su velocidad y dinamismo, a menudo es completamente invisible para los defensas. Una de las variantes frecuentes es mantener el balón en el centro. Sus compañeros son muy conscientes de sus cualidades, por lo que no le ofrecen espacio en las zonas intermedias, dejándole espacio para acelerar y tirar el balón al espacio, algo en lo que es el mejor jugador de la Liga, incluso según los modelos de datos.
Sávio destaca en las batallas uno contra uno, en las que puede sortear a los defensas desde fuera hacia el centro con toques cortos. Tras la penetración, ofrece distintas variantes que se crean con las carreras de los jugadores atacantes entre los defensas del rival.
El deseo de estar constantemente en carrera y ofreciéndose hace del Girona uno de los equipos más peligrosos tanto en ataque directo tras ganar el balón como a partir de pases estáticos. Los jugadores con balón en el espacio intermedio, normalmente centrocampistas centrales, atacantes de banda o extremos invertidos, tienen siempre varias opciones de pase tanto a la banda como a las llamadas "zonas de recorte" (espacios en la cal desde donde existe la posibilidad de un pase de vuelta).
Aunque el Girona tiene un estilo propio, no es un único tipo de acción lo que le convierte en uno de los equipos más peligrosos de la Liga. Se trata más bien de un conjunto de mecanismos diferentes en distintas fases del juego, durante las cuales los jugadores del Girona conocen bien sus puntos fuertes y su posición dentro de la organización ofensiva. Puede que los catalanes no tengan grandes estrellas en sus filas, pero cuentan con jugadores técnicamente avanzados en todas las zonas del campo. Además, la mayoría de ellos pueden jugar en distintas posiciones: por ejemplo, los laterales pueden actuar como centrocampistas invertidos o como extremos. Probablemente no haya mejor tándem de laterales derechos en España en estos momentos que Yan Couto y Arnau Martínez.
Junto a los excelentes Tsygankov y Savio, el ya mencionado delantero ucraniano Dovbyk es también un elemento importante de la ofensiva, ya que es agresivo, fuerte físicamente, muy técnico y de espaldas a la portería dificulta el cierre de los rivales. Es prácticamente un falso nueve en un cuerpo grande, lo que resulta extremadamente peligroso de cara a la portería. Teniendo en cuenta las variantes y las diferentes opciones de que dispone el entrenador, Míchel, no es de extrañar que la campaña ofensiva del Girona sea -y será- exitosa.