Mendizorroza, última prueba del año para un Madrid lastrado por las bajas
Deportivo Alavés y Real Madrid miden fuerzas en un partido que se presenta importante para dos equipos que pertenecen a galaxias diferentes. Mientras unos aspiran a conseguir la permanencia, otros ponen el foco en conseguir el mayor número de títulos posibles, si bien se han encontrado con un nuevo escollo en las competiciones nacionales: el Girona, que también compite este jueves (contra el Real Betis en el Benito Villamarín).
Los locales afrontan el duelo después encadenar tres partidos sin ganar, aunque ya es seguro que acabarán el 2023 en posiciones de permanencia. Siendo uno de los recién ascendidos, eso siempre es un logro a tener en cuenta, si bien los deberes están completados en menos de un 50%. El Granada firmaría los 16 puntos del cuadro albiazul, que a su vez daría dinero por vivir la realidad de una Unión Deportiva Las Palmas que navega por la zona media con 25.
Los últimos enfrentamientos directos se han saldado con victorias del Madrid, aunque muchos aficionados recuerdan lo ocurrido temporadas atrás en el Alfredo Di Stéfano, donde el Alavés ganó por 1-2. Entonces, Lucas Pérez y Joselu Mato establecían una gran dupla ofensiva que causaba estragos en las defensas rivales. Este jueves, el ariete nacido en Stuttgart se reencontrará con la que fue su afición durante tres años.
De la enfermería a Marín
Los de Carlo Ancelotti afrontan el decimoctavo compromiso liguero con hasta ocho bajas (Thibaut Courtois, Ferland Mendy, Éder Militao, Eduardo Camavinga, Arda Güler, Vinicius Júnior, David Alaba y Dani Carvajal). A excepción del atacante turco, que todavía no ha podido siquiera debutar por los constantes problemas físicos, el resto de los citados acostumbran a ser titulares. Por los locales, Giuliano Simeone y Aleksandar Sedlar son las únicas ausencias.
Será un día muy especial para Rafa Marín, que se verá las caras con el club que posee sus derechos. Ahora, cedido en Vitoria, se ha convertido en una figura clave para Luis García Plaza. A lo largo de la semana, dada la compleja situación en el eje de la zaga merengue, su nombre ha vuelto a sonar con cierta fuerza ante el escenario de un posible regreso. Sea como fuere, el sevillano tendrá una oportunidad ideal para hacerse valer y dejar su sello en el envite.