La magia de Luka Romero frena en seco al Atlético de Madrid (2-2)
No hay mazazo mayor para un equipo hundido en la miseria, como el Almería, que encajar un gol en el primer minuto de juego. Nadar contra corriente es un varapalo que te puede hacer desistir de tu esfuerzo por alcanzar la orilla. Pues así empezó el partido contra el Atlético de Madrid.
En una acción individual de Reinildo, reivindicativo tras sus errores en Milán, Correa acertó a rematar el centro del mozambiqueño para firmar el 0-1. Los andaluces, destrozados en su moral, no encajaron el segundo instantes después porque se le escapó un control a Pablo Barrios cuando se quedaba solo ante Luís Maximiano. Y tampoco cuando Memphis lanzó desde la frontal mientras De Paul se hinchaba a campar a sus anchas. Hubiera sido la sentencia definitiva.
Don Luka
Pero como el fútbol siempre te da nuevas oportunidades, esta vez el balón se hizo almeriense. Y de Luka Romero, para hablar en propiedad. El hispanoargentino, también mexicano de nacionalidad, en su primera titularidad, ya había avisado con un tiro lejano. En el segundo, minuto 26, no falló. Tras una gran acción de Pubill, se dio la media vuelta y soltó la zurda para batir a Oblak. Su primer gol en LaLiga, en la que debutó con 15 años allá por 2020.
Los de Garitano, sabiendo que ahora la corriente estaba a su favor, aprovecharon para seguir atacando. Lozano, otro de los muchos refuerzos invernales, avisó de su presencia. Y aunque Lino también probó de nuevo a Luís Maximiano, el Atlético ya no era el que ordenaba y mandaba. Las fuerzas se habían equilibrado y, con ello, la intensidad y, a veces, la agresividad y marrullería de ambos. Había mucho en juego. Demasiado.
Un despeje como asistencia... y una maravilla
Llorente y Riquelme entraron para refrescar un equipo que no le gustaba al Cholo. Seguro que hubo bronca en los vestuarios. Y el Atlético salió más vertical. Un despeje de Nahuel se convirtió en una asistencia espectacular para De Paul, que vio cómo la zaga iba reculando cerrándole las líneas de pase. Así que cuando llegó al área, se animó a disparar con la fortuna de tocar en Radovanovic y hacer imposible la estirada del portero.
Un 1-2 que pudo transformarse en un 1-3 si el travesaño no se hubiera interpuesto en un disparo de Riquelme, que también tocó en un defensa y dibujó una peligrosa parábola. Pero no entró. Y lo que sí entró para poner de nuevo las tablas, y al público en pie, fue una maravilla de Luka Romero. El exterior que patentó otro Luka, un tal Modric, se queda corto con el tiro por la escuadra que coló el futbolista con el que comparte, al parecer, no sólo nombre. Qué golazo, por Dios.
La magia del futbolista cedido por el Milan se apagó porque su físico aún no está para aguantar mucho más de una hora. Pero sus compañeros hicieron lo imposible para que su esfuerzo no fuera en balde. Incluso tuvieron la dosis de fortuna que, a veces, le ha faltado, cuando Morata, a un minuto del final, echó fuera un remate a dos metros de la portería. ¡A dos metros! Claro que también la tuvieron en contra cuando Melero, en la siguiente jugada, le pasó el balón a Oblak en vez de tirar a algún lado.
No ganaron, y un punto no les sirve de casi nada tras 26 jornadas de Liga sin sumar un triunfo, pero les sirve de consuelo la manera en la que lo lograron. El Atleti, por su parte, se queda, con un partido más, a 10 puntos del Real Madrid, viendo cómo el Barça, por ejemplo, ya le aventaja en cinco.
Jugador Flashscore del partido: Luka Romero (Almería).
Centro de datos del Almería-Atlético de Madrid en Flashscore.