Los amistosos entre Real Madrid y Barcelona no existen. Va contra natura. Da igual que no haya títulos o puntos en juego. Se trata de ganar al eterno enemigo. Con esa seriedad hay que tomarse el encuentro. Así se explica la enorme bronca que se lió tras una grave entrada de De Jong al tobillo de Militao. Cuidado con la intensidad, que diría Xavi. ¿O sólo se queja cuando va perdiendo? Seguro que esta vez, con un 3-0, hará mutis por el foro.
La realidad es que si uno no se lo toma así, con profesionalidad, pasa lo que pasa. Que se lo digan a Mendy que anda aún de vacaciones. Antes de lesionarse, como Christensen y Gundogan, todos en la primera parte, le dio un par de regalos a Dembélé. Como si le hiciera falta al extremo... Como se vaya del Barça, la herida puede ser escandalosa.
El partido comenzó con un Barça dominador, monopolizando la bola con De Jong, Gundogan y Pedri, buscando siempre a Dembélé y con Oriol Romeu estrellando un disparo en el larguero. Menudo estreno podría haber sido.
Luego llegaría el premio del gol, en una maravillosa jugada de laboratorio. Falta lateral, pase que recibe el canario en la frontal y cuando todos piensan que podría tirar, cede a Dembélé, del que se habían olvidado los defensas, que conecta un latigazo con la diestra imposible para Courtois.
Era la culminación de un primer cuarto muy positivo para un Barcelona con un doble pivote De Jong-Romeu, y con Araujo nuevamente de lateral 'antiVini'.
Doblete de Vini... al travesaño
Fue precisamente Vinicius el que tuvo las mejores ocasiones para empatar con dos tiros al larguero. Y habría más. Primero, falló un penalti pitado por mano de Araujo.
Después, con un remate a la media vuelta que pareció botar justo en la línea sin traspasarla.
Eran los mejores momentos del Madrid, con Bellingham llegando desde atrás para llenar el hueco del 9, cuando Ter Stegen tuvo que emplearse a fondo con Rodrygo en dos oportunidades. Merecían los blancos el empate, pero el Barça, jugando a la contra de modo muy descarado, también amenazaba.
Fue Dembélé, con un nuevo regalo del desastroso Mendy, quien pudo firmar el doblete. Pero Courtois no ha perdido tono y evitó el 2-0.
Ay, los largueros
Salió el Madrid dormido al terreno de juego, perdiendo balones por doquier. Dio hasta la impresión, sólo eso, de que el Barça tampoco quería hacer demasiado daño por no aprovechar esos regalos del rival. Y a los blancos no les puedes dejar vivo porque te la lían en un santiamén. Ganando metros, Tchouaméni probó el disparo y se encontró con el travesaño y con el rebote en la nuca de Ter Stegen.
Casualidad o no, acababan de entrar Kroos y Modric y eso cambió la fisonomía de los de Ancelotti. Menos físico, más balón, más dominio, más llegadas, pero absolutamente negados en ataque. Vinicius lo intentó de todas las maneras, pero volvió a encontrarse, es real, con otro balón al larguero.
¿Pero de dónde ha salido este chaval?
Se desesperaban los blancos porque no era normal semejante falta de puntería. Todo lo contrario de lo que pasó con el Barça en los últimos minutos. Fermín López, tras un robo de balón que bien pudo ser pitado como falta a Kroos, enganchó un zurdazo que sorprendió a Courtois. Vaya presentación la del chaval.
E instantes después, valiente el canterano onubense, asistió de manera mágica y jugándose el tipo ante Courtois para habilitar a Ferran, que no falló a puerta vacía. El gol fue del valenciano, pero todos, por algo será, se fueron a por Fermín.
El Clásico acabó con Joselu fallando un remate de cabeza solo a cuatro metros de la portería, en lo que fue una clara evidencia de que podrían pasar siete veranos más que el Madrid no iba a marcar un solo gol.
Jugador Flashscore del partido: Fermín López (Barcelona).
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