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Opinión: La meritocracia, las modas y las contradicciones de De la Fuente con España

César Suárez
De la Fuente, seleccionador español
De la Fuente, seleccionador españolRFEF
Luis de la Fuente (62) llevó a la selección española a la conquista de la Liga de las Naciones y a clasificarla para la próxima Eurocopa de una manera brillante. Esto hizo que la Comisión Gestora, sin esperar a las elecciones a la presidencia de la RFEF, le renovara en febrero. No ha sido ésta la única controversia de su etapa al frente de La Roja, muchas alimentadas por su propia actitud, plena de contradicciones.

Partiendo de la base de que hay millones de aficionados al fútbol en España, y que todos ellos llevan (llevamos) un seleccionador en su interior que elegiría a otros futbolistas, esta opinión no va sobre seleccionar a tal o cual internacional. Pero sí, entre otras cosas, sobre sus criterios cambiantes para hacer sus convocatorias. 

Me da la sensación de que Luis de la Fuente quiere quedar bien con todo el mundo. Y eso es imposible. Ya explicó que se dejó llevar por el ambiente para aplaudir a Luis Rubiales en aquella esperpéntica actuación del defenestrado expresidente de la Federación, que fue quien lo nombró seleccionador absoluto. A mí no me convenció, la verdad. Demostró falta de personalidad, como todos los que estaban allí. 

Luego, sus contradicciones están a la orden del día. Sufre en las ruedas de prensa porque, o no sabe o no quiere decir toda la verdad. El último capítulo de Brahim ha sido bien sonoro. Primero dijo que no hablaba con los jugadores para no darles privilegios. Lo hizo con Pedri. Entonces señaló que sólo lo hacía con los lesionados... Cuando habló con Le Normand para convencerle de que se olvidara de Francia y jugase con España, ¿estaba lesionado? También habló con Lamine Yamal para que no se fuera con Marruecos. ¿Por qué no con Brahim?

Todo hace sospechar que hay algo más. Es su decisión, pero que la explique bien, no con medias verdades o medias mentiras, que es lo que ha hecho. 

Muy barato jugar en la selección... para algunos

Para De la Fuente, las convocatorias dependen del rendimiento que el futbolista dé en su club. Perfecto, como tiene que ser. Pero no se entiende entonces que algunos tengan el sitio fijo hagan lo que hagan. Es contradictorio, a mi entender. 

Morata es el capitán, vale. Pero está lejísimos de su mejor momento... sólo ha marcado un gol en sus últimos 12 partidos. Y empieza a perder el sitio en el Atlético, pero no con La Roja. 

Otro ejemplo es Sancet. ¿Qué méritos ha hecho en los últimos meses para estar en esta convocatoria? Ya no es titular indiscutible en el Athletic. Desde su última citación con España, allá por noviembre, el mediapunta, siendo su mejor virtud la llegada desde segunda línea, ha marcado un solo gol. Pero ahí sigue cuatro meses después. 

Lo que vale con algunos no sirve, sin embargo, con otros que aparecieron casi por aclamación popular. Aunque no estaba en la prelista, citó a Bryan Zaragoza después de un partidazo ante el Barça ¿sólo para quedar bien? Eso fue en octubre. En la siguiente lista, la de noviembre, con el ahora jugador del Bayern aún en plena forma, ya no se acordó de él. 

Pero sí lo hace ahora con Cucurella, que fue operado en diciembre y ha estado casi tres meses sin jugar. Ahora que lleva dos partidos tras su regreso, lo convoca cuando nunca antes lo había hecho. Me dicen de fuentes de la Federación que es de su plena confianza, que fue su capitán cuando aquel amistoso que la sub21 tuvo que jugar como absoluta por el positivo por Covid de Busquets. ¿¿¿Perdón??? Aquel mismo que jugó Brahim y en el que marcó un gol... ¿Y de plena confianza cuando no lo había citado hasta ahora? Otra contradicción más.

Y ahora se lleva a un Pau Cubarsí, 17 años recién cumplidos, que sí, que está de dulce, pero que lleva 10 partidos, literal, en Primera. ¿Qué pensarán otros centrales con mayor regularidad y experiencia a lo largo de esta misma temporada? 

Lo dicho, espero que a De la Fuente le sigan acompañando los resultados, pero su forma de gestionar y de tratar a según qué jugadores no me convence en absoluto. 

César Suárez
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