"Cuando tenía 13, 14 años, había jugadores que ya eran muy altos y otros que eran muy bajitos. Yo era uno de estos. Era una de las referencias en los equipos en los que estaba y, al cabo de dos años, empecé a jugar menos porque todo el mundo crecía y yo me quedaba pequeño", recuerda João Félix.

"Medía un metro y medio, era delgado... después de esos dos años no era el mejor porque no jugaba", añadió el internacional portugués, que en ese momento pensó en dejar el fútbol.

"Le dije a mi padre que no quería jugar más, que me iba a dedicar al balonmano, como hacía él. Estaba en el Oporto, pero no me importaba, jugaría en un equipo de mi ciudad (Viseu), jugaría al balonmano, a lo que fuera", explicó.

Al delantero, sin embargo, le ofrecieron más tarde la oportunidad de cambiar el Oporto por el Benfica, todo gracias a su hermano, Hugo Félix.

"En aquella época, el Benfica quería a mi hermano porque siempre fue muy bueno. Mi padre les dijo: 'João deja el Oporto y quiere jugar en vuestra ciudad (Lisboa)'. Me metieron en el mismo paquete y me fui al Benfica con mi hermano, es decir, sólo me fui por él", reveló João Félix.