FlashFocus | Colapso, rescate espectacular, inteligencia artificial: así es el nuevo Wisla
La eliminación del Parma y del Schalke, pero un varapalo desafortunado ante el Panathinaikos. Un duelo milagroso a costa del Fulham, pero un batacazo tras perder contra el modesto Levadia de Tallin. Ganar con rotundidad el campeonato nacional, pero también dilapidar puntos justo antes de la meta. Durante años pareció que la suma de buena suerte y mala suerte del Wisła Cracovia era igual a cero. Si a eso añadimos el ascenso de jugadores como Maciej Żurawski (Celtic) o Jakub Błaszczykowski (Borussia Dortmund) y la llegada de futbolistas que podrían haber acabado perfectamente en clubes mejores, como Kew Jaliens (AZ Alkmaar) o, sobre todo, Marcelo (Santos), podríamos incluso decir que en aquella época brillaba más el sol que llovía en el Estadio Municipal H. Reyman.
Hoy, la situación del Wisla es completamente diferente. Aunque podría decirse que sigue llena de paradojas, que hacen que las cosas nunca estén tranquilas en torno al club. Hace unos años comenzó un nuevo capítulo de su historia, que definitivamente no se permite ser aburrido.
La dimisión del padre del éxito
Aquellos tiempos dorados del Wisła Cracovia fueron posibles sobre todo gracias a un patrocinador estable, el empresario Bogusław Cupiał y su empresa Tele-Fonika (un magnate de la producción de cables que da servicio, entre otros, al aeropuerto de Heathrow y a Nueva Orleans). Uno de los polacos más ricos (en el puesto 19 de Forbes en 2021, con un patrimonio valorado en unos 573 millones de dólares) lo gobernó durante casi 20 años. Y durante ese periodo, aunque plagado de éxitos en el patio trasero doméstico, no logró su mayor sueño: estar en la Liga de Campeones. Años más tarde, cansado y disgustado por los cambios en el mundo del fútbol, incluidas las acciones de los agentes, decidió entregar el club a otras manos. Y ahí empezó el verdadero 'paseo sin frenos'.
Una marca un tanto empañada, pero aún reconocida, empezó a atraer a posibles compradores. Pero, ¿cuáles? Los personajes y las historias detrás de la compra de Wisła son objeto de un libro aparte. Entre ellos, los más estrambóticos fueron el dúo formado por Vanna Ly y Mats Hartling, o Jakub Meresinski. Las acciones del club circularon de mano en mano, pero finalmente, después de todos los contratiempos de todos modos, volvieron al propietario temporal, la Asociación Deportiva Wisła Cracovia.
Adquisición real
En diciembre de 2018, el Wisła estaba al borde de la quiebra. Resultó que la mencionada Asociación no estaba formada por personas que buscaban la mejor solución para su querido club, sino que fueron acusadas de actuar en un grupo criminal organizado, actuando en detrimento de la empresa y de sus acreedores, a los que el club sigue exigiendo daños y perjuicios adjudicados. Ya en 2023, la Fiscalía valoró los daños causados por las autoridades de entonces en casi dos millones de euros.
Llegados a este punto, debemos remontarnos a los tiempos de los mencionados partidos contra el Parma italiano o el entonces fuerte Schalke. Para los llamados Millenials, personas nacidas en la época de la transformación política de Polonia, el Wisla suele ser la primera emoción positiva asociada a las copas de Europa. No es de extrañar, pues, que su desesperada situación no conmoviera a experimentados hombres de negocios, que preferían mantenerse al margen del club, sino a treintañeros motivados por un gran sentimiento.
En 2020, Jarosław Królewski se convirtió en el líder de un grupo que quería salvar al Wisła. Apareció como de la nada, antes prácticamente anónimo, pero enseguida se convirtió también en uno de los favoritos de los medios de comunicación. El propietario de la empresa informática Synerise, dedicada a las tecnologías de vanguardia y la inteligencia artificial, despertó un increíble interés no sólo por su objetivo de resucitar al legendario club, sino también por su personalidad. Extremadamente carismático, utilizaba un lenguaje intrigante en el que no faltaban expresiones especializadas, pero que de algún modo seguía siendo comprensible para el espectador medio. Un hombre con la presencia de un nerd estereotipado que puede hablar con un aficionado o con el CEO de otras empresas tecnológicas, intercambiando a veces comentarios con el mismísimo Elon Musk. Aparentemente inaccesible, operando en una pequeña burbuja, pero "hecho a sí mismo", simplemente inspirando confianza. Una vez dijo de sí mismo: "Soy un hombre binario, aunque sé que el mundo es probabilístico". Y, a día de hoy, la gente sigue preguntándose a qué se debe realmente.
Pero, por supuesto, no estaba solo. Le acompañaban la leyenda del club Jakub Blaszczykowski y otro empresario vinculado a Cracovia, Tomasz Jażdżyński. El papel del popular "Kuba" fue crucial en aquella época, ya que del jugador, tenido en alta estima por los aficionados de toda Polonia, dependían la mayoría de los patrocinadores para su futuro en el club. En un momento dado, contaron con la ayuda en los aspectos legales de la adquisición de uno de los antiguos propietarios del Legia, el eterno rival del Wisła, Bogusław Leśnodorski. Gracias a su determinación, tras un difícil proceso, "Biała Gwiazda" se encontró en manos de nuevos propietarios. También contribuyeron enormemente al rescate los aficionados del grupo Socios Wisła, que compraron en masa camisetas especiales e hicieron donaciones voluntarias al club.
Reconstrucción y contratación de españoles
La nueva junta directiva se puso manos a la obra y reconstruyó el club. Las dotes negociadoras de Royal les permitieron arreglar muchas cosas en el plano jurídico y organizativo, pero en el terreno de juego fue mucho más difícil. A pesar de los tremendos esfuerzos de todos los jugadores y personas relacionadas con el club, en la temporada 2021/22 el Wisła descendió a la 1ª Liga (segunda categoría del país) tras 26 años en la Ekstraklasa.
Momentos antes, Królewski compró las acciones al resto de copropietarios y se convirtió en el accionista mayoritario de la sociedad. A los pocos años de su mandato, introdujo nuevas reglas y, entre otras cosas, un modelo de gestión completamente nuevo, desconocido en el mercado polaco, basado, por cierto, en la inteligencia artificial. Los primeros años fueron en realidad una auténtica degeneración del Wisla, pero a pesar de todo algo triunfó entonces. En un momento dado, ante la debilidad de la cantera y la falta de fondos para fichajes, el club empezó a confiar en los españoles. Se trajeron jugadores de Segunda o incluso Tercera división, tentados no tanto por el dinero como por la posibilidad de triunfar en un club más grande, en lugar de merodear por los escalafones inferiores de su propio país. El entrenador Kiko Ramírez, un catalán con amplios conocimientos y contactos en España, se convirtió en director deportivo.
Y hay que decir que, en su mayoría, los jugadores de la Península Ibérica han demostrado su valía en el club, aportando mucha calidad al equipo. Anteriormente, entre las estrellas del Wisła se encontraban Jesús Imaz, Pol Llonch y Carlitos. La plantilla actual cuenta con menos españoles, pero cada uno de ellos es una pieza clave en su formación: Marc Carbó manda en la línea medular, mientras que Jesús Alfaro, Ángel Baena y, sobre todo, Ángel Rodado son los responsables de la faceta goleadora. Y gracias al mencionado sistema propio de IA, el joven entrenador Albert Rudé llegó al Wisla desde la lejana Costa Rica hace algún tiempo.
Cabe mencionar aquí que el propietario está desarrollando constantemente la herramienta y le gustaría que otros clubes también la utilizaran. Tras la salida de Xavi del Barcelona, su modelo matemático sugirió sus posibles sucesores, lo que no escapó a la atención de los medios de comunicación españoles.
Una Copa llena de emoción
Al principio, parecía que el Wisla sólo iba estar en la segunda categoría por poco tiempo. Puede que tuviera problemas, pero seguía siendo en muchos aspectos superior a los equipos de esta competición, y la mayoría de los aficionados, incluso los de fuera, esperaban que regresara a la Ekstraklasa. Terminó la primera temporada en cuarto lugar, y la segunda en... 10º lugar. El equipo tuvo una actuación brillante en las primeras fases, para luego dilapidar puntos en la recta final por razones inexplicables. Pero, ¿recuerdan la suma de mala suerte y mala suerte? Pues bien, en la campaña 2023/24 el Wisła, jugando mediocremente en la liga, ganó la Copa de Polonia. Y eso en circunstancias dramáticas, que llevaron a la prórroga en el último minuto del partido. Es más, gracias a esta victoria se metió en la ronda previa de la Europa League.
Claro que, como equipo de Segunda división, estaba condenado a la derrota y a una rápida eliminación. Sin embargo, el Wisła no quiere ser un club previsible. Primero consiguió eliminar al KF Llapi de Kosovo (2-0, 2-1). Más tarde, recibió una dura lección del Rapid de Viena, perdiendo en el global 2-8 (1-2, 1-6) en la serie de dos partidos. Sin embargo, aún tuvo la oportunidad de disputar la fase de liga de las copas de Europa, pero las de la Conference League. Esta vez, el Spartak de Trnava se interpuso en su camino. Dada la categoría de su rival y su buena racha sobre los clubes polacos (el Spartak ha eliminado al Legia de Varsovia o al Lech Poznan en los últimos años), también en este caso todo el mundo pronosticaba una derrota. El primer partido confirmó estas suposiciones, el Wisła perdió 1-3, y parecía imposible remontar la derrota.
Sin embargo, aquí ocurrió algo inexplicable. En la revancha ganó 2-0, lo que llevó a la prórroga, en la que ambos equipos sumaron un gol más cada uno. El vencedor sólo se decidió tras una serie de 23 lanzamientos de penalti, cuando el guardameta del Wisła defendió el tiro de Sebastian Kosa, ¡lo que provocó un auténtico temblor en las gradas del estadio de Cracovia!
El siguiente rival fue el Círculo Brujas, que en el primer partido se impuso al Wisła en su campo por 6-1. ¿Destrozó esto al equipo del entrenador Kazimierz Moskal? No, en el partido de vuelta el equipo luchó con valentía, en un momento ya ganaba 3-0 y estuvo cerca de dar la campanada. Al final, ganó "sólo" 4-1, pero aun así terminó su aventura en las copas europeas con dignidad.
Un intento de remontada
Parecía que, animado por semejante lucha, el equipo se lanzaría a por una victoria segura en la competición doméstica. Sin embargo, el regreso a los terrenos de juego de la liga trajo de nuevo la decepción. Tres derrotas y tres empates tras las primeras jornadas han situado al club en la zona de descenso....
Los aficionados están hartos, los jugadores no saben cómo explicarse. Pero Jaroslaw Krolewski no piensa bajar los brazos. Tras el último partido en casa, convocado por la afición, entró en la grada, tomó el megáfono y discutió con los ultras. En voz alta les pidió que le mostraran su apoyo y que dieran tiempo al equipo. No les tranquilizó demasiado, ya que la mala racha lleva años gestándose y el equipo ha tenido tiempo de sobra para mejorar, pero se ganó el respeto por acudir a ellos. ¿Conoce a algún propietario de club que se acerque a una multitud de aficionados enfadados y decida hacer algo parecido?
El Wisła Cracovia es, por tanto, una gran mezcla de opuestos. Es un club legendario con una gran tradición gestionado por un hombre que vive en el mundo de la tecnología moderna. Un equipo que genera una auténtica onda sinusoidal de decepciones y alegrías absolutamente inesperadas. Un club cuyos aficionados no lo dejan caer, aunque a veces esté cansado de ser él mismo.