Hubo un tiempo en el que la extinta Unión Deportiva Salamanca se convirtió en uno de los grandes azotes del Barcelona. Han cambiado tanto las cosas que incluso hablamos del pasado siglo y de un club ya desaparecido (en 2013). La permanente inestabilidad, desde luego, ha estado muy presente en el fútbol de la ciudad. Ese mismo año nació el próximo rival del cuadro catalán, obligado a superar a una entidad que cada vez cuenta con un mayor respaldo.
El protagonista local se llama ahora Unionistas, que milita en la tercera categoría y tiene como objetivo (a largo plazo) asentarse en el fútbol profesional. La realidad es que lograr el ascenso esta temporada se presenta difícil, que no imposible, porque los de Dani Ponz ocupan la decimotercera posición y están a seis puntos de la liguilla. El buen hacer en la Copa del Rey, sin duda, puede servir como trampolín en Primera RFEF.
En tiempos pretéritos, el Barça perdió hasta seis veces consecutivas en Salamanca (y en todas ellas sin ser capaz de marcar un simple gol). La mala racha empezó allá por el mes de marzo de 1975, si bien uno de esos resultados no trajo consigo consecuencias negativas por ser un doble enfrentamiento en el torneo del KO, y estuvo vigente durante varios años, ya que no rescataron al menos un empate hasta 1980.
La octava visita se saldó de nuevo con derrota y, al fin, pudieron ganar a la décima (1-3 en 1983). Ese mismo marcador volvió a repetirse en el siguiente precedente, nada que ver con lo ocurrido en 1998, cuando cayeron derrotados por 4-3 (meses más tarde, sin cambiar de temporada, encajaron un humillante 1-4 en el Camp Nou. El último recuerdo, eso sí, es más positivo para los culés (1-4 en el Helmántico).