Los destinos entrelazados de Kroos y Reus, o cómo colgar las botas con elegancia
Grabar su nombre en lo más alto del panteón europeo.
Qué duro fue para el Real Madrid y su afición el martes 21 de mayo cuando Toni Kroos anunció por sorpresa -o no- que se retiraba después dela Eurocopa 2024. El alemán nunca había ocultado que quería colgar las botas en la cúspide de su carrera.
"Madridistas, esta décima temporada con el club más grande del mundo será la última", espetó al comienzo de su charla en su podcast Einfach mal Luppen. "Estoy convencido de que es la decisión correcta. Lo he pensado mucho, hay pros y contras, pero lo más importante es que creo que es la decisión correcta. Esta temporada ha sido una de las mejores de mi carrera. Por eso, en mi opinión, parar ahora es el momento perfecto. Si dentro de unos años piensan en Toni Kroos, quiero que recuerden quién era yo y lo que significaba. Por eso quería parar en mi mejor momento, para que la gente tenga un bonito recuerdo de mí".
El pasado sábado, entre cánticos y lágrimas de sus compañeros, seguidores, esposa e hijos, el alemán se despidió del Santiago Bernabéu. Fue un momento emotivo, pero no el último para Kroos: en Wembley, al igual que Marco Reus, habrá llegado el momento de cerrar el círculo con la camiseta blanca y la Liga de Campeones.
Uno que comenzó entre 2013 y 2014, cuando Kroos se proclamó campeón de Europa por primera vez en su carrera con el Bayern (25 de mayo de 2013) -en Wembley- antes de fichar por el Real Madrid un año después. Allí ganó cuatro Orejonas (2016, 2017, 2018, 2022) y ahora tiene la oportunidad de ganar una quinta con los merengues este sábado, la sexta de su carrera.
Una cifra asombrosa y que sólo ha logrado un jugador en la historia de la Liga de Campeones: Francisco Gento (1956, 1957, 1958, 1959, 1960, 1966). En aquella época, la Liga de Campeones se conocía como Copa de Europa de Clubes Campeones, y es cierto que en la historia reciente del fútbol nadie ha logrado aún esta hazaña. Modric, Carvajal y Nacho también podrían unirse a este "club de los seis".
En Londres, Carlo Ancelotti esperará que Kroos sea Kroos: manejando el tempo, asegurando la recuperación, ofreciendo una solución entre líneas y aportando su calma y experiencia a los jugadores sobre el terreno de juego. Un capitán sin brazalete que también sabe transmitir su mensaje en el vestuario: "No importa, ganaremos más tarde", dijo antes del inicio de la final de 2022, cuando el partido había sido aplazado unos minutos tras los incidentes en los aledaños del Estadio de Francia.
La hora de cerrar el círculo
Hace poco más de 11 años, Marco Reus jugó su primera final de la Liga de Campeones, apenas unos meses después de fichar por el Borussia Dortmund. Sin haber cumplido aún los 24 años, ya se le auguraba un gran futuro. Por desgracia para él, una década después, solo dos Copas de Alemania (2017, 2021) y tres Supercopas alemanas (2013, 2014, 2019) han engrosado su palmarés.
Pero eso no le ha impedido forjar su leyenda, la de un jugador que ha tenido la oportunidad de jugar la mayor parte de su carrera en el club donde aprendió su oficio... y su corazón. De hecho, este sábado Reus jugará su partido 429 con el BVB, el cuarto que más en la historia del club alemán. Sólo Michael Zorc (1981-1998), Mats Hummels (2008-2016-2019) y Roman Weidenfeller (2002-2018) han disputado más partidos.
Reus, que nació en Dortmund hace 35 años, el 31 de mayo, es una auténtica leyenda del club del Ruhr, y pase lo que pase, se marchará con una explosión en Wembley.
Hay que reconocer que la perspectiva de perder una segunda final de la Liga de Campeones en el mismo estadio que en 2013 es relativamente macabra, por no hablar de los aficionados... Pero después de haber estado tan cerca de ver el mismo partido -el Bayern de Múnich estuvo a punto de eliminar al Real Madrid-, el BVB tendrá que hacer algo más si quiere levantar su segunda Copa.
En lo que respecta a Reus, la idea de que entre como suplente y decante el partido a su favor tiene que ser encantadora. Sin embargo, desde un punto de vista deportivo, es difícil imaginar que eso ocurra, dado que no está en su mejor momento y tendrá que enfrentarse a un Real Madrid que se ha mostrado impresionante en lo que va de temporada.
Situado como número 10 hace 11 años, el internacional alemán, con 48 internacionalidades a sus espaldas, exhibía cualidades técnicas que se veían reforzadas por atributos físicos que ya no posee realmente. Aunque no es tan rápido ni tan resistente, Marco Reus sigue siendo un cirujano en las jugadas a balón parado. ¿Y si, en el tiempo añadido, el excapitán tiene un lanzamiento de falta desde 25 metros? Ojo.