A veces el deporte rey nos deja historias increíbles. Llegar a la élite es complicadísimo, mucho más si no creces en las canteras de los clubes más potentes del mundo. Sin embargo, algunos jugadores logran alcanzar el máximo nivel a una edad más avanzada a base de esfuerzo y sacrificio.

En España tenemos el caso de Jaime Mata (34), del Getafe. El delantero azulón pasó de jugar con el Galáctico Pegaso en la extinta Tercera División en 2009 a ser convocado con la selección tan solo 10 años más tarde. El de Tres Cantos (Madrid) fue escalando por todas las categorías hasta ganarse el hueco que hoy ocupa en Primera.

Todavía más complicada es la historia de Junior Messias. El ariete del AC Milan aterrizó en Turín con 20 años, en 2011, para buscar un trabajo con el que enviar dinero a Brasil con el que ayudar a su familia. Su idea principal ni siquiera era la de triunfar con las botas puestas.

De ese modo comenzó a trabajar para una empresa en la que se encargaba de transportar electrodomésticos. Cuando no estaba desempeñando su actividad profesional, el brasileño ocupaba su tiempo disfrutando de la redonda a nivel amateur. Nada que hiciese presagiar que 12 años después estaría disputando unas semifinales de Liga de Campeones con el equipo más laureado de Italia en la competición.

Por suerte, su camino se cruzó el técnico Ezio Rossi, que realizó un primer intento por reclutarle, pero no alcanzó a convencerle: "Vi a Junior e intenté llevarlo al Fossano, pero me dijo que el sueldo que le propusieron era demasiado bajo y prefería seguir siendo repartidor para ayudar a la familia", apuntó el entrenador transalpino en su momento.

2015, el año que cambió todo

Las trayectorias del que fue el principal valedor de Messias y la suya se volvieron a unir en 2015 y sería el punto de partida definitivo para la meteórica carrera del de Ipatinga. Rossi logró que se decidiese en fichar por el Casale de la Quinta División. Los resultados llegaron de inmediato con 20 dianas y el título en su primera temporada.

Desde ese momento el ahora futbolista del Milan no dejó de crecer y pasó por todas las categorías del Calcio hasta llegar a la Serie A. Solo un problema burocrático en 2017 pudo truncar su ascenso. Cuando fue a recalar en la Pro Vercelli de Segunda, no pudo ser inscrito por carecer del pasaporte comunitario.

Afortunadamente, más adelante fue contactado por el Crotone en 2019, donde brilló y obtuvo un merecido ascenso. El resto ya lo conocemos. Junior Messias es la prueba viviente de que los sueños se cumplen. La vida puede apretarte bastante las tuercas, pero con persistencia se puede llegar a jugar una semifinal de Champions.