La idea es que los gerundenses descarten un potencial conflicto de intereses y eviten, de este modo, que ninguna persona física o jurídica pueda tener control o "influencia decisiva" y coincidir en la próxima Champions League.
Es decir, el Girona debe "desligarse" del City si quiere participar en la próxima edición de la Liga de Campeones. Y es que City Football Group (CFG), es propietario al 100% del Manchester City y al 47% del Girona.
De este modo, City Group podría vender sus acciones a un tercero independiente reduciendo su participación accionarial a menos del 30%, o transfiriendo todas las acciones de un club a un fideicomiso ciego supervisado por un panel designado por la UEFA, cuyo administrador puede ser elegido por City Football Group. Esta última opción sería de carácter temporal y excepcional, tal y como ocurrió esta temporada entre Milan y Toulouse.
Todo hace indicar que el City va a reducir ese 47% de capacidad accionarial sobre el Girona, cediendo o vendiendo parte de ese porcentaje a un tercero.