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El Barça, en la final de la Champions femenina tras empatar ante el Chelsea (1-1)

François Miguel Boudet
Aitana Bonmatí
Aitana BonmatíAFP
El Barcelona estará en Eindhoven el 3 de junio para intentar conquistar su segunda Liga de Campeones femenina después de eliminar al Chelsea, al que ganó en la ida (0-1) y con el que empató en casa (1-1). Arsenal y Wolfsburgo lucharán por el segundo billete el próximo lunes por la noche.

El clamor no engaña. Aunque estaba en el banquillo en el momento del saque inicial, Alexia Putellas, dos veces ganadora del Balón de Oro, fue ovacionada por el público cuando se anunciaron las jugadoras. De vuelta a los terrenos de juego 10 meses después de romperse los ligamentos cruzados de la rodilla en un entrenamiento con la Roja, "La Reina" había regresado con éxito justo a tiempo para ayudar a su club a ganar la Liga de Campeones femenina. Pero el escenario del partido no le permitió regresar al terreno de juego. El Chelsea estuvo a punto de dar la vuelta a la tortilla, con su habilidad para doblarse pero no romperse, como había hecho ante el Olympique Lyonnais en cuartos de final.

El Barça domina pero sin pólvora

Sin Lucy Bronze, lesionada en la rodilla y sometida a una artroscopia el miércoles, el Barça empezó el partido clasificado gracias a su victoria del pasado sábado en Stamford Bridge (0-1). Las azulgranas presionaron desde el principio y demostraron su ambición con un zapatazo de Caroline Graham Hansen en el minuto 3.

Sin embargo, la primera incursión de Asisat Oshoala en el área rival provocó el primer revuelo en las gradas (4'). El gol anulado a Graham Hansen por un control con la mano (8') inauguró un periodo difícil para las jugadoras de Emma Hayes. Después de que la internacional francesa Ève Périsset se viera superada por Fridolina Rölfo, Graham Hansen también se adelantó, lo que provocó un disparo fallido de Oshoala (9'). La noruega provocó un saque de esquina y otra ocasión para Rölfo, que remató de cabeza (11').

Giráldez, que había apostado por Mariona Caldentey como opción en el centro del campo, se apoyó en la movilidad de Aitana Bonmatí para crear desequilibrio, obligando a Ann-Katrin Berger a despejar un peligroso tiro cruzado desde la esquina (15').

El Chelsea pudo por fin volver a meterse en el partido en el minuto 16, pero Guro Reinten fue amonestada por una entrada fuerte sobre Irene Paredes.

Las catalanas se mostraron más animadas en la frontal del área y llevaron constantemente la iniciativa. Tuvieron otra ocasión para adelantarse en la primera parte, pero Caldentey no acertó a rematar un centro de Graham Hansen después de que Bonmatí dejara pasar el balón  (27').

Las azules vieron cómo las oleadas de jugadoras rivales volvían incesantemente, a menudo con Bonmatí al timón, que era capaz de crear ocasiones con sus movimientos y su habilidad para el pase.

Sin embargo, el marcador no se movió, lo que mantuvo al Chelsea en la lucha por la clasificación. Sin embargo, las escasas incursiones de las inglesas en el área se quedaron en agua de borrajas. Las dos centrales dispusieron de la última ocasión de la primera parte, y Paredes no llegó por poco a un lanzamiento de falta escorado de su compañera (45+3).

Graham Hansen marca, Reiten reaviva el juego

La segunda parte comenzó con la misma tónica ofensiva y defensiva, con un disparo lejano de Rölfo que se marchó rozando el poste de Berger (47'). Las azules tuvieron un periodo más convincente, pero no lograban perforar la red del Barça. 

El Chelsea seguía sin disparar bajo los tres palos, pero la amenaza persistía hasta que en una rápida transición, Bonmatí rompió la defensa inglesa y habilitó a Graham Hansen que, pese al desesperado esfuerzo de Jessica Carter, liberó de tensión a su equipo y a todo un estadio (63') anotando el 1-0.

El alivio duró poco. En el minuto 67, cuando Reiten aprovechó un rechace de la portera Sandra Paños, para empatar.

Fue la primera ocasión de incertidumbre para el equipo blaugrana. Ana-Maria Crnogorcevic estuvo a punto de hacer el 1-2 al poco de entrar como suplente, pero Paredes, la central, intervino de urgencia (73').

Los 72.000 espectadores estuvieron aún más estresados cuando Lauren James a punto estuvo de forzar la prórroga, pero no supo aprovechar una pérdida de balón de Patri Guijarro (85').

El Barça seguía bajo la amenaza de un gol, pero mantuvo el balón en movimiento y trató de evitar la última ocasión que hubiera encarrilado el partido. Al final de una apretada semifinal, las blaugrana estarán en la final para disputar la 4ª final de la Liga de Campeones en 5 años.