La ecuación era sencilla para el París Saint-Germain: vencer al Borussia Dortmund en el Signal Iduna Park para clasificarse en primera posición del Grupo F. El PSG no ganó (1-1) pero, gracias a la victoria del Milan en Newcastle (1-2), que se fue perdiendo 1-0 al descanso, está clasificado para octavos de final de la Liga de Campeones.
No obstante, tendrá que conformarse con la segunda plaza y jugar a domicilio el partido de vuelta, lo que no es positivo dadas las dificultades que ha experimentado fuera de casa esta temporada. Pero de aquí a febrero todo puede cambiar.
El PSG desperdicia demasiado
Con sólo cinco jugadores de campo en el banquillo, Luis Enrique probó una alineación novedosa, con Bradley Barcola debutando en la Liga de Campeones en lugar del sancionado Ousmane Dembélé, Kylian Mbappé en punta y Randal Kolo Muani en la derecha. En el centro del campo, Warren Zaïre-Emery, que volvía de una lesión, jugó con Kang-In Lee un escalón por encima de Vitinha, situado por delante de la defensa.
Los primeros minutos fueron favorables al Borussia Dortmund. De una rápida transición, Marius Wolf por la derecha cedió el balón a Jamie Bynoe-Gittens quien optó por pasar en vez de disparar (2º). En un lanzamiento de falta desde la derecha, Julian Brandt puso el susto en el cuerpo ad Gigio Donnarumma, pero el balón se marchó desviado (3ª).
El PSG tuvo su primera ocasión en el minuto 6: por la izquierda, Barcola y Mbappé hicieron retroceder a la defensa rival y cedien a Zaire-Emery, que no pudo rematar.
Niclas Füllkrug , que jugaba en punta, encontró a Marco Reus en la frontal del área y el disparo del centrocampista alemán obligó a Donnarumma a desviar a córner (10º). Desde 25 metros, Vitinha le devolvió el favor, pero Gregor Kobel detuvo el disparo (13º).
Füllkrug combinó con Wolf, que se encontró mano a mano con Donnarumma, pero Lucas Hernández impidió al lateral derecho, que disparó fuera (14'). Instantes después, Lee desperdició una oportunidad de oro, pero Kolo Muani estaba en fuera de juego en su centro (15').
Pero el verdadero héroe fue Niklas Süle. Mbappé aprovechó el error de cálculo del ex defensa del Bayern en la trayectoria y la falta de concentración de Kobel para regatear al guardameta y rematar a la escuadra del área izquierda, pero Süle realizó una fabulosa entrada para despejar el balón ante la ovación del muro amarillo (17').
Milan Skriniar cabeceó fuera un saque de esquina. El punto álgido parisino continuó. Una vez más, el BVB gestionó mal el balón y Barcola, tras incorporarse con el pie derecho, lanzó un balón imparable que se estrelló en el poste (19'). Después de que Karim Adeyemi perdiera el balón en la mitad parisina, Mbappé encontró a Kolo Muani camino de portería, pero el derechazo del internacional francés coqueteó con el poste de Kobel (24).
El BVB no estaba en su mejor momento, y se apoyó en su falta de agresividad para causar problemas al PSG, encontrándose en los espacios más reducidos y rematando de cabeza. Reus tuvo la oportunidad de disparar, pero Donnarumma remató con seguridad (26').
Justo cuando el Newcastle abrió el marcador contra el Milan, el BVB se recuperó milagrosamente, pero Adeyemi obligó a Lucas Hernández a realizar un tackle que no fue sancionado. Wolf despejó al centro y Salih Ozcan, desde 20 metros, lanzó un potente disparo que Donnarumma paró y posteriormente fue Adeyemi, quien acrobáticamente disparó fuera desde una posición desequilibrada (32').
Tras un periodo de latencia marcado únicamente por el cabezazo en fuera de juego de Füllkrug después de una falta, el PSG desperdició otra gran ocasión. Mbappé habilitó a Kolo Muani, pero perdió el duelo con Kobel tras un mal primer toque (45').
La última emoción de la primera parte llegó en el otro extremo. En un lanzamiento de falta desde la izquierda, Mats Hummels se quedó solo en el segundo palo y vio cómo su cabezazo rozaba el poste parisino (45'+1').
Zaire-Emery, un gol que vale mucho dinero
Donnarumma volvió a meterse rápidamente en el partido, repeliendo en los primeros segundos un fuerte disparo flotante de Brandt desde más de 20 metros (46').
La segunda parte arrancó con fuerza. Por la izquierda, Mbappé se apoyó en su pie derecho para encontrar a Achraf Hakimi en el centro, pero el lateral vio cómo se le escapaba el control con la derecha antes de disparar con la izquierda; en el rechace, Lee Kang In disparó fuerte pero por encima de Kobel (49').
Pero el despilfarro del PSG iba a ser la perdición de su rival. El Borussia Dortmund presionó por la derecha y Füllkrug, más fuerte que Zaire-Emery, rebañó el balón, levantó la cabeza y sirvió a Adeyemi, que sólo tuvo que empujar con la zurda (51').
La duda duró cinco minutos. Tras un zurdazo de Mbappé, Zaire-Emery aprovechó un mal despeje alemán para entrar en acción y soltar un potente disparo al fondo de las mallas (56'), para alegría de los 4.000 parisinos desplazados.
El PSG había asfixiado al Borussia y sólo quedaba por ver cuándo se adelantarían los campeones de Francia. La buena noticia para los franceses fue que el Milan empató en St James' Park.
Donyell Malen, que acababa de entrar como suplente, probó suerte desde un ángulo cerrado en la parte derecha del área, pero no logró sorprender a Donnarumma (62').
A falta de 20 minutos, Manuel Ugarte sustituyó a Lee Kang-Ing para añadir densidad al centro del campo. Poco después, Mbappé, que había pasado dos veces con las piernas por alto, remató con la zurda demasiado desviado (72'). El Dortmund estaba asfixiado, acurrucado. Los parisinos presionaban a toda velocidad. Y como era de esperar, la cuerda se rompió: tras un pase magistral de Hakimi, Mbappé se marchó y, en su estilo favorito, batió a Kobel con la derecha. La alegría duró poco, sin embargo, ya que el VAR anuló el gol por fuera de juego del francés (76').
Sin aliento, el Borussia Dortmund parecía un ciclista en números rojos, con exceso de revoluciones y a punto de rendirse. En una situación de cuatro contra dos, Barcola eligió a Kobel con la zurda (78').
Acalambrado, Adeyemi dio paso a Giovanni Reyna y Sébastien Haller sustituyó a Füllkrug.
El segundo gol del Milan mermó los ánimos de ambos equipos, aunque Mbappé demostró que estaba desesperado por ganar. En el tiempo añadido, Reus recibió en el centro y no supo controlar el balón cuando aún tenía dos compañeros a los que ceder el balón (90+2). En el contraataque, Mbappé se coló por la banda, pero la acción acabó en córner (90+3) y el partido terminó con un ritmo muy moderado, con cada club contento con el resultado.
El París Saint-Germain termina la fase de grupos con un solo punto de 9 posibles a domicilio, pero muy valioso. Será el único representante francés en la Liga de Campeones la próxima primavera.