Apareció en el minuto 65 para sustituir a Pedri siendo un completo desconocido para el mundo del fútbol. En el 84' ya era portada en el universo del balompié. Un zurdazo desde la frontal, de empeine, con un efecto que nubló la visión de Courtois, fue la firma con la que dijo "aquí estoy yo". 

¿Quién es Fermín López? comenzaron a preguntar en la grada del AT&T de Dallas. Y la respuesta es que es un chaval de un pueblo de Huelva, Campillo, que lleva siendo 'adoctrinado' en el ADN Barça desde que con 15 años abandonó el Betis para soñar con debutar algún día en el Camp Nou. 

Compañero de generación de los ya consagrados Gavi y Balde, Fermín lo ha tenido más complicado. A pesar de su indudable capacidad técnica, tuvo que marcharse la pasada campaña cedido al Linares, en 1ª RFEF. Difícil papeleta que cumplió con creces anotando 12 goles y repartiendo cuatro asistencias en los 40 partidos que jugó. La rompió, como se suele decir en el argot futbolístico. 

La oportunidad de su vida

Tanto es así que no sólo se ganó el derecho a volver para formar parte del Barça Atletic, sino que además, como no paraban de hablar de él compañeros y técnicos, Xavi lo subió al primer equipo para verlo de cerca en pretemporada. Le gustó tanto que ya le dio bola ante el Arsenal y también ante el Real Madrid. 

Su golazo, que significó el 2-0, y su asistencia a Ferran para el 3-0 fueron imágenes que se quedarán a fuego en el imaginario culé. 

Habrá que ver si es flor de un día o si tiene continuidad en el tiempo y con oportunidades cuando el fuego sea real, pero lo que está claro es que, a veces, no hay que buscar fuera cuando sólo necesitas mirar lo que tienes en tu propia casa.