Green Bay Packers - Detroit Lions, duelo en la cumbre de la NFC Norte
A partir de las 2:15 de la madrugada del jueves al viernes, los Detroit Lions visitarán a los Green Bay Packers con el liderato divisional en juego. El choque, que podrá seguirse en España a través de Movistar+, es uno de los clásicos más interesantes de la liga nacional de fútbol americano.
Contra todo pronóstico, después de perder a Aaron Rodgers este verano y apostar por un Jordan Love prácticamente sin experiencia en la liga, los Green Bay Packers encabezan la clasificación de la NFC Norte con dos victorias y una derrota.
Los Detroit Lions marchan con el mismo balance que la franquicia de Wisconsin, pero su situación sorprende algo menos. Finalizaron la pasada temporada regular con un contundente 8-2 en los últimos 10 encuentros y arrancaron esta derrotando a los campeonísimos Kansas City Chiefs en su feudo (20-21).
En principio, el equipo de 'Motor City' parte con cierta ventaja, pero el factor Lambeau Field puede jugar a favor de los 'queseros', como sucedió en la Semana 3, en la que remontaron un 0-17 en contra durante el último cuarto ante los New Orleans Saints.
La defensa de los Lions puede jugar un papel fundamental a la hora de frenar la facilidad para sumar yardas de pase de Love y, sobre todo, en el momento de detenerle en la 'red zone'. Acometerán esa misión contando en sus filas con Aidan Hutchinson, el mejor jugador defensivo de la NFC en la Semana 3.
Las bajas de Green Bay
Aunque no ha empezado mal el curso a nivel de resultados para los Packers, aún muestran algunas dudas. Las bajas importantes que han tenido últimamente no ayudan. Algunos de los mejores hombres de Matt LaFleur han faltado en fechas recientes y continúan en la lista de cuestionables para jugar contra el equipo de Michigan.
Jaire Alexander, David Bakhtiari, De’Vondre Campbell o Christian Watson son algunas de las bajas sensibles que arrastra Green Bay. Sin embargo, la duda más importante para esta madrugada es la del 'runningback' Aaron Jones, un arma muy útil para hacer daño por tierra cuando la cosa se complique por el aire.