El enfado ocurrió después de un punto crucial en el set inicial de la segunda ronda del Abierto de Australia ante el británico Dan Evans, que terminó llevándose el partido.
Con 3-3 y oportunidad de quiebre para su rival, a Chardy se le cayó una bola del bolsillo durante un golpeo, con lo que el punto debería haberse detenido.
Sin embargo, la juez de silla tardó en reaccionar y no gritó "Let" hasta dos golpes después, cuando el francés ya había mandado la pelota a la red.
Convencido de que el punto debía repetirse, se dirigió para volver a sacar, pero su oponente se encaminó hacia el banquillo mientras el francés discutía con la juez de silla y le pedía llamar al supervisor.
"Jugamos con alguien que no puede arbitrar", dijo a la juez alemana Miriam Bley. "En mi vida, 20 años, no he visto una juez tan mala como tú", continuó.
"¿Qué mirabas? ¿Mirabas a los pájaros? ¿Las nubes? (...) Es el mayor error del Abierto de Australia", insistió Chardy que, finalmente, volvió al juego.