Esta declaración de carácter informal ha sido propuesta por Francia, en el marco del Consejo de la Unión Europea y busca garantizar un "vínculo entre el desempeño anual en las competiciones nacionales y todas las competiciones europeas".
Es decir que, sin citar a la Superliga ni al fútbol, el contenido de la misma es evidente que estaba destinado a este asunto. Más aún, teniendo en cuenta, la batalla que ha dado el presidente del PSG, Nasser al-Khelaifi contra el torneo impulsado por Florentino Pérez.
La declaración ha sido firmada por todos los países salvo España. Y es que el ejecutivo de Pedro Sánchez quiso que se incluyera en la declaración el respeto a la legislación europea y a la legislación de los países miembros, a las decisiones de los ministros de Deportes de la Unión Europea y a las resoluciones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que ya se pronunció sobre la Superliga.