El homenaje y ovación a Jenni en México contrasta con el oprobio de Rubiales con su marcha
A 8.844 kilómetros de la capital británica, Jenni Hermoso recibía un cariñoso recibimiento de su afición y compañeras en Pachuca que contrastaba con la vergüenza sufrida por Rubiales durante las últimas semanas con punto y seguido en la dimisión anunciada, ya que esa decisión no paraliza las acciones judiciales emprendidas contra él. El cielo y el infierno para los protagonistas del beso envenenado de Sidney.
Cerca de las 16:00 de la tarde hora mexicana (0:00 en España), la futbolista madrileña salió al césped del estadio Hidalgo en la previa del partido que su equipo iba a disputar contra Pumas, correspondiente a la décima jornada del torneo femenino mexicano.
Con la medalla de oro lograda en Australia al cuello, Jenni, tras ser presentada con honores por megafonía, apareció por el túnel de vestuarios para llegar hasta el centro del campo caminando por un pasillo que formaron las jugadoras de ambos equipos Detrás de ella se podía ver una pancarta enorme a modo de tifo con las banderas de México y España, y con dos imágenes de la jugadora número 10, una con la roja de la Selección y otra con la morada de Pachuca.
Ovacionada por todo el público presente, por compañeras y rivales, Jenni fue agasajada con una camiseta de Pachuca serigrafiada con el lema 'Jennifer Hermoso, campeona del mundo'. Feliz por el reconocimiento y sonriendo a los fotógrafos, Jenni se encaminó luego hacia el banquillo ya que aún necesita varias sesiones de entrenamiento para volver a coger el mejor punto de forma y ser titular de nuevo (la temporada pasada marcó 21 goles). Salió al campo en el minuto 85, cuando su equipo ya mandaba 2-1, con el que terminó el encuentro.
Marta Cox, otra de las estrellas del equipo mexicano, se fue a abrazar a Jenni tras inaugurar el marcador. Todos la arroparon. Algún día próximo, cuando se vea preparada para ello, volverá a hablar públicamente para dar explicaciones. Entretanto, disfrutará de su gran pasión y de un ambiente que le ha devuelto la sonrisa.